Infatigable artista. Creador absoluto. El artista español nacido en Reino Unido José Manuel Ciria (Manchester, 1960) se mueve entre los dos grandes horizontes de la historia del arte: la figuración y la abstracción. Ambos lenguajes conviven en la obra de este autor vinculado a Málaga.

Sus famosas Cabezas de Rorschach , que componen una parte de la exposición que puede verse en las salas temporales de La Coracha anexas al Museo del Patrimonio Municipal, con el título Juego de espejos, es el fruto creativo de un viaje que el pintor realizó a la Isla de Pascua, donde conoció las esculturas moáis. Le fascinaron y la tercera serie de esta investigación figurativa aparece en la primera parte de la exposición.

Este tránsito entre lo geométrico y lo gestual le han llevado a plasmar rostros humanos, gestos grotescos que llevan al espectador a una explosión de miedo y tensión. Y es que José Manuel Ciria pretende desenmascarar el juego de las apariencias y sacar a la luz lo que normalmente no se quiere enseñar.

A pesar de esta carga de violencia, el autor aseguró que la pintura no asusta, sino que son «rostros asustados o que buscan ternura o comprensión por parte del espectador».

Sobre esta serie, Laura Revuelta, comisaria de la muestra junto a Rafael Sierra, observó que estos rostros pueden ser «retratos del propio artista, pero también metáforas de una especie de demografía mundial de horrores y de torturas psicológicas» y terminamos en «una sala muy potente, que me recuerda a una del MoMA, con un gran panel de obras abstractas, sintiéndote atraído por la explosión de color y de violencia que encierran».

Juego de espejos, que estará en Málaga hasta el 27 de mayo y ha contado con el patrocinio de Telefónica, está compuesta por más de una centenar de piezas creadas en los últimos tres años, la mayoría expuestas por primera vez, pero que a su vez resumen buena parte de su trayectoria plástica. Así se expresó ayer Laura Revuelta en la presentación de esta colección, a la que también asistió el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el concejal de Cultura, Damián Caneda.

«Son trabajos muy intensos porque recogen no solamente las vivencias recientes del artista, sino también todo lo que ha sido su intensidad y sus dudas creativas y su desarrollo pictórico», explicó Revuelta.

La otra serie que completa esta exposición organizada por el Ayuntamiento de Málaga está protagonizada por la abstracción. Memoria abstracta, que José Manuel Ciria realizó en su estudio de Nueva York, son composiciones geométricas que «encierran las manchas de color en una especie de cárceles, como una presión de lo contemporáneo», apuntó el autor.

Ciria, considerado uno de los pintores más consolidados en el panorama mundial, con el objetivo de jugar con las apariencias, quiere llevar al espectador a los límites de su crueldad, de su egoísmo y de su locura. En Juego de espejos, el artista lleva a cabo una indagación profunda en los mecanismos de la memoria, del reconocimiento y la identidad.

En los últimos tres años, el artista ha realizado veinte exposiciones individuales, como en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Amarillo Museum of Art Texas, Museo de Arte Moderno de Medellín, Kursaal Sala Kubo de San Sebastián, Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil, Instituto Cervantes de Chicago o el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile, entre otras.