Parece que la cultura está siempre asociada al altruismo y a la ausencia de beneficios, que los artistas que se dedican de manera profesional a su actividad, cualquiera que sea, son una especie de personajes maléficos que solo buscan lucrarse y su propio interés personal y no elevarse cual angélicos efebos lira en mano con la sola recompensa de su propia actividad. La cultura es un sector económico que debería ser estratégico como motor de dinamismo, un valor añadido a exportar y un producto de excelencia que evite que dentro de unos años los españoles nos veamos tejiendo cien cestos por minuto, imitando otros modelos de desarrollo nada envidiables.

Mientras tanto, ante la pertinaz crisis, el mundo de la cultura agudiza el ingenio y busca fórmulas para sobrevivir; es el caso de la denominada fórmula microteatro por dinero que se lleva desarrollando desde hace unos meses en Madrid. Cinco funciones de menos de quince minutos para menos de quince personas por unos cuatro euros cada una.

La idea es la representación teatral en espacios como locales de copas, restaurantes, galerías de artes, tiendas de ropa y establecimientos de moda. Una nueva forma de acercar la cultura a otros lugares, con formatos mucho más económicos, consiguiendo por un lado que el público disfrute de una representación a menos coste, y por otro, que los actores y directores de escena puedan seguir pagando sus gastos a fin de mes.

Con esta idea rondando la cabeza, con el afán de hacer más atractiva la noche y con un apasionado entusiasmo se ha lanzado a programar algo muy parecido en Málaga la publicista y creativa Raquel Monzón en Toulouse, uno de los locales de copas más afanados del Centro de la ciudad.

Aprovechando la semana del Festival de Cine de Málaga y echando mano también su fantástica agenda de contactos ha programado, para el último viernes del Festival, una auténtica representación teatral en el propio bar. Cuatro estaciones y un día es el título de la obra dirigida por María Inés González y Miguel Ángel Carcano, protagonizada por el guapo Sergio Mur y las actrices Alicia Rubio y Sara Martín. Toda la escena transcurre en una cama y alrededor de ella los espectadores podrán adentrarse poco a poco en toda la trama. Este tipo de espectáculo tiene la particularidad de tener a los actores casi encima y de esta manera se vive la representación mucho más cerca que si estuvieras disfrutándola en un patio de butacas; es una forma de interactuar con la escena más intensa y diferente.

La escenografía apenas es costosa, tan solo se requiere jugar bien con la iluminación de la sala para obtener la atmósfera necesaria y listo. Las entradas al local se solicitan por las redes sociales del mismo a un precio ínfimo si tenemos en cuenta que encima van con consumición incluida. Una iniciativa que espero que tenga la respuesta del público malagueño, porque las noches no son solo para ponerse hasta los dientes de chupitos, sino para enriquecerse con cultura y, además, de calidad.

Elphomega. El pasado viernes se estrenaba en el Centro Cultural Provincial el nuevo clip del rapero malagueño Elphomega, titulado Dolpelgänger, tema extraído de su último álbum, Phantom pop, que está cosechando éxitos por todo el país. Una amalgama muy heterogénea abarrotó el salón de actos para no perderse este acontecimiento; desde adolescentes emocionados, que no paraban de corear sus letras escuchando su música antes de empezar la proyección, hasta personajes y artistas del mundo de la cultura. El visionado no dejó a nadie indiferente. El excelente trabajo realizado por los malagueños de Modular Estudio, afincados en Barcelona, dejó patente en la sala que en Málaga hay talento que debe ser recuperado para nuestra ciudad. También han tenido mucho que ver en el acabado final del producto los creativos de Brida, una empresa de publicidad que dirigen Lucas López y Eduardo Cholvis y que recientemente han recibido el encargo de diseñar toda la imagen de la próxima edición del Festival de Málaga tras quedar los primeros en el concurso. La dirección de fotografía contó con uno de los profesionales más cualificados de la provincia, Jesús Chacón. La música, casi toda a cargo del Sr. Narko es una mezcla entre el folk estadounidense, el pop independiente, la electrónica y la música popular de los años 50 ó 60 algo nada habitual en una producción de rap.

Después la fiesta se trasladó a la Sala Velvet, donde se presentaba a su vez, el número tres (ésta vez en digital) de la revista Álbum, dirigida por Araceli Martín Chicano. Una publicación de moda, diseño, arte y tendencias; así la cola del garito daba la vuelta a la calle.