«¡Eres un liante!» Esta malagueña expresión, que suele aplicarse a las personas inquietas y dadas a involucrar a todo el mundo en sus aventuras, da nombre a una nueva formación local, Liantes, un grupo que dará que hablar en el universo hiphopero local y cuyo motor inicial es la experimentación. El padre de Liantes es Roberto Cantero, reconocido músico y productor malagueño que regresa a sus inicios en el hip hop con este proyecto en el que Antón Martín pone la voz. Ambos músicos capitanean esta explosiva propuesta donde los versos y las rimas viajan sobre bases jazzísticas y funkys que no parten de los platos de un deejay sino desde los instrumentos de una banda.

«La idea nace porque yo fui un rapero que más tarde se recicló en instrumentista. Y llevaba tiempo queriendo unir esos dos mundos», señala Cantero, que dio sus primeros pasos en la música con Nazión Sur, formación pionera del hip hop español en los noventa, y que actualmente toca el saxofón con Chambao.

El primer trabajo de Liantes se titula El ego de los humildes, un álbum que cuenta con una nómina de colaboradores de infarto. Los bajistas Carles Benavent y Oliver Sierra; la vocalista y el percusionista de Fuel Fandango, Nita y Carlos Sosa, respectivamente; el batería Waldo Madera, quien ha trabajado con Santana, Ricky Martin y Juanes, entre otros; Phil Wilkinson, uno de los organistas más representativos de la fusión del jazz con la electrónica; el productor canario Pablo Fierro; el cantante Mario Díaz, DJ Buba y los malagueños Hermanas Sister, Little Pepe, Elphomega, Rayka, Big Hozone, Capaz y Fred Medina, entre otros. «Las colaboraciones no han sido buscadas: fueron surgiendo y sumándose de forma natural», resalta Martín, que reconoce que cantar sobre música real y no enlatada le ha supuesto todo «un reto y un gran esfuerzo» al mismo tiempo. «Le hemos obligado a rapear en seis por ocho o en tres por cuatro, en tiempos de músicos», destaca Cantero.

«No se trata de un rapero con banda, aquí todos somos protagonistas y los músicos interpretan sus solos en las canciones. Y la música está viva: si ellos se siente felices, se aceleran. Y yo tengo que cantar en el tiempo que ellos vayan marcando», cuenta Antón Martín, proveniente del grupo Picos Pardos y que ha colaborado con artistas como Sedición Z, Hablando en Plata y los norteamericanos Grayskul.

Antes de que el autoproducido El ego de los humildes llegue a las tiendas –su lanzamiento está previsto para verano–, la formación ha adelantado un primer EP con cinco temas que resumen perfectamente el espíritu libre de su propuesta. «Musicalmente, todas las canciones giran en torno a géneros negros, como el funk y el jazz. Pero cada composición es distinta a la otra. En el disco hay veinte mil estilos», puntualiza Cantero.

Martín, responsable de la letras, mantiene que, lejos de picar de aquí y de allí en una misma canción, «como se suelen hacer en el hip hop», los temas de Liantes se centran en una única cuestión, ya sean las relaciones de pareja, la sed de ambición o un fallido robo a una sucursal bancaria: «No queríamos que una canción hablase de mil cosas. Porque cuando escuchas es0s temas al final no sabes de qué tratan».

En ese juego entre hip hop y fuertes secciones de metales, Liantes asegura no buscar un público en concreto, puesto que es posible que la fusión «no termine de gustar a los fans del hip hop ni a aquellos que no suelen escuchar rap». Lo que está claro es que el sonido del disco, de cuya producción se ha hecho cargo Cantero –que en 2008 recibió una nominación al Grammy Latino por su labor en el disco Con otro aire, de Chambao– nada tiene que envidiar a los trabajos de las grandes discográficas.