Era curioso cómo al acercarme por los alrededores de la catedral vi algo que inmediatamente me perturbó. Un skater grabando con su cámara dv mientras patinaba, su recorrido en imágenes. Las nuevas vías y la democratización del mundo audiovisual quedaban enmudecidas ante una gran verdad. Ese viaje significaba un principio, un fin... Y una ilusión-sensación de por medio. Nada más, simple y directo, tan directo como que en pocos segundos dejaría de verlo y su trayectoria se alejaría de la mía para que servidor mirara en las tiendas de souvenirs cercanas, pistolas de palo. Historias o puntos de vista… Historias, buenas, por cierto, que cuesta encontrarse en este Festival.

Con estas pistolas de palo que ojala hubieran sido de verdad, me habría gustado disparar a la organización del Festival, a la productora o al responsable de que se cortara la proyección de la película de Patricia Ferreira, Els nens salvatges. No puede ser, es inadmisible que no se dé una explicación inmediata y clara a la prensa cuando pasan estas cosas. No digo que no pueda haber malfario o infortunio, pero si una proyección se ve interrumpida, hay que dar una imagen y una respuesta aún mejor e instantánea y honesta, que estamos en medio de un festival... ¿importante? Conclusión: tras una hora y cuarto de parón, la película, por un error en la copia digital que no fue chequeado debidamente por la productora-, se desincronizaba los últimos 23 minutos; el final se pasó en DVD y listo -por la noche, el pase oficial, todo fue perfecto-. Pero estas cosas no pueden pasar.

La prensa salió como un tropel, enfurecida, durante el parón. Coincidimos con Diego Galán -antiguo director del Festival de Sebastián- y más compañeros acreditados. Literalmente, secuestramos al niño protagonista -Àlex Monner- para que nos contara el final del filme. Cómo son los chavales: nos dijo que no se lo contáramos a nadie y al final nos lo desveló entre susurros. Momentazo recrear lo que quedaba de la peli desde sus palabras.

¿Y la peli? Pues correcta, sin más; le falta chicha. Los actores, eso sí, están geniales.

Un apunte. A estas alturas del Festival, palidezco ante la falta de varios guiones sólidos y potentes en la Oficial; no los veo y me enfado, Un certamen tiene que tener 2 o 3 películas que partan la pana. Y solo la de Xavi Puebla, A puerta fría, lo consigue. Hay una gran ausencia real de esos tres elementos mágicos como son la trama, la acción dramática y los diálogos, que toda buena historia tiene que tener y sobre todo dónde tienen que estar colocados. No puede ser que casi todas las películas tengan su incidente incitador llegada la hora de metraje. No, señores, la gente se aburre de tanto estirar los actos y ver solo descripciones sin ver un conflicto puro y duro pronto, no medias tintas, las subtramas no se resuelven o desaparecen. Total, rabia y tristeza de no ver en general luz o al menos, algo arrebatador y revelador, carismático, en los guiones y cintas vistas hasta ahora.

Por la tarde, rueda de prensa con Cesc Gay, Premio Eloy de la Iglesia. Es un director particular al que adoro y odio a partes iguales -por cierto: el encuentro con la prensa más tibio y frío, no había casi ni fotógrafos ni redactores. Un paisaje verdaderamente desolador-. Gay explicó que ya casi es imposible hacer un cine que no sea comercial y que la crítica hay que dejarla a lo suyo. Nos habló de lo que significa mirar atrás a diez años de carrera y todo lo que ha evolucionado desde que comparte unión con su productora de siempre y como recuerda con especial cariño Hotel Room. Ah, y nos presentó unas imágenes inéditas de su última película… Para flipar. Reparto de campanillas: Luis Tosar, Ricardo Darín, Candela Peña, Eduard Fernández, Leonor Watling, Alberto San Juan y más y más. Extasiado me dejó esta nueva píldora de cine calmado y con sabiduría de Cesc.

Pildoritas festivalerasUna proyección «salvaje»

Que la accidentada proyección para la prensa de ayer de Els nens salvatges fuera lo más comentado de la jornada no dice cosas demasiado buenas de la parrilla de ayer. Analicemos lo gracioso del incidente -lo hubo-. Primero, como cuando Fernando Méndez-Leite anunció que arreglar el problema iba a tomar unos minutos, hubo dos tipos de periodistas: unos, los que se pusieron a tuitear como locos sobre lo que estaba ocurriendo -algunos con tanta gracia como Óskar Belategui-; otros, los que prefirieron salir a fumar mientras se inventaban posibles desenlaces de la película de Patricia Ferreira. Y otra curiosidad: en una de sus alocuciones, la final, Méndez-Leite aseguró que habían llegado a una «decisión salomónica», la de poner los minutos finales de la cinta en DVD. «Salomónica, no por Salomón Castiel -exdirector del Festival de Málaga- sino por el rey Salomón». Hubo risas tímidas.

Las pistolas de Cesc Gay

Jesús Zotano habló ayer con el simpar Cesc Gay, autor de la muy recordada Kràmpack y que está rodando el thriller Una pistola en cada mano. Zotano le recordó durante la entrevista el significado de la palabra kràmpack -una masturbación simultánea entre dos hombres- y cómo lo de la pistola en cada mano era muy parecido. El pobre Cesc se quedó planchado.

Sí, hoy llega Mario Casas

Sí, ha llegado el día. Mario Casas, el estupendo actor de la estupenda Grupo 7 -lamentablemente, muchos más lo conocen por Tres metros sobre el cielo- presenta el que podría ser el bombazo de la temporada del cine español. La segunda parte de la película antes citada -no la buena-, Tengo ganas de ti. Atención a los gritos de niñas histéricas. Habrá q ue echarle paciencia al asunto, como siempre, Mario.

Los «leones»

Pudimos ver a los tres leones -Paco, María y Carmina- en la terraza del AC Málaga Palacio desayunando mientras revisaban la prensa. Paco León nos comentó que estaba aún emocionado por el estreno de Carmina o revienta, que concluyó en el Cervantes con casi cinco minutos seguidos de aplausos. Carmina no paraba de atender las llamadas al teléfono móvil, y, por supuesto, de fumar. Ese vicio que, como asegura en el documental de ficción, tiene desde los siete años.