Durante más de cuatro meses, los alumnos del Centro de Educación de Infantil y Primaria Custodio Puga de Torre del Mar, en Vélez Málaga, han estado realizando diversas actividades y trabajos relacionados con el escultor Jaime Pimentel.

Y el colofón de esta importante agenda fue el homenaje que se le hizo ayer al artista afincado actualmente en el núcleo veleño de Almayate.

Precisamente, cerca de 300 niños estuvieron en el patio del colegio presenciado un espectáculo de bailes, cuentos y teatro realizados por sus compañeros de clase, y que tenían en la obra de Pimentel su referente. Una de las actividades más llamativas fue la escenificación de algunas de las esculturas más reconocidas, como el popular Cenachero, la diosa Noctiluca, que se localiza en el paseo marítimo Rincón de la Victoria, o el jabegote del paseo Larios de Torre del Mar.

Además, también tuvo lugar una exposición de algunas de estas reconocidas obras en miniatura, hechas por las manos de los más pequeños, y que se exhibían en algunas de las aulas del centro. «Además, se ha decorado el centro con algunos de los murales que han ido realizado los alumnos en este curso», indicó el director del Custodio Puga, Javier Frías.

Hasta el propio Pimentel habló con emoción del homenaje rememorando la época en la que trabajó como arquitecto de interiores en Noruega, «donde por las tardes también estudiaba técnicas de escultura».

«Un amigo de mi padre le dijo que sería un error que yo fuera un mal ingeniero en vez de un buen escultor y el favorito de su pueblo, y ahora veo que esa profecía se ha cumplido», comentó Pimentel ante los más jóvenes. «Porque es así como me siento, como un escultor feliz en el pueblo donde vive».