El cantante Julio Iglesias está preocupado por "la situación tan marginada dentro de la Europa comunitaria que tiene nuestro país", aunque no quiere transmitir la sensación de catástrofe y destaca que España "es un país hecho".

En un entrevista con la Agencia Efe antes de comenzar su gira de conciertos por España en julio y agosto, ha resaltado que "las infraestructuras están hechas, está hecho el país entero" y que España "debe ser de lo dos o tres países con mejores infraestructuras del mundo".

Sobre la crisis económica su reflexión es que "se ha gastado mucho dinero, se ha gastado mucha energía y ahora hay que recuperar ese dinero y esa energía" y que España es un país "que tiene que ser competitivo y lo va a ser, lo es".

Ha señalado que le daría "mucha pena que esos grandes técnicos especialistas, gentes que han trabajado durante 20 años para tener una carrera, tengan que irse fuera de su país para encontrar un medio de poder trabajar; sería injustísimo".

Instalado en su casa de Ojén (Málaga), cerca de Marbella, donde estará con su familia dos meses, ve lógico lo que dicen quienes piensan que el nivel de vida en España no se corresponde con el de su productividad. "Somos un país que hemos vivido un poco al margen de guardar un poco en las épocas buenas", ha añadido.

"Hemos abusado a corto plazo de lo que debía haber sido una historia más a largo plazo y eso se paga; pero esta lección histórica que recibimos los españoles nos va a hacer mucho más grandes, más competitivos, más interesados en esa competitividad", ha vaticinado.

El artista sostiene que "pensábamos que mientras progresábamos los demás no progresaban", pero "eran constantes", y ha calificado de "terrible e injusto" que haya "familias y familias sin trabajo", así como que el país haya llegado a un índice de pobreza infantil que no podía "imaginar".

onsidera que el remedio es "el sacrificio, el esfuerzo, la competitividad" y que "con esas dos grandes victorias, la competitividad y la creatividad, España es un país inmejorable".

Este mes Julio Iglesias está de gira por otros países europeos, trabajo que le hace "estar más vivo"; después de cantar irá a dormir a su casa "y a ver el fútbol" y es consciente de que es "una persona privilegiada".

En los conciertos en España se siente "más nervioso" que fuera, tiene "un poquito ese cosquilleo", aunque dice que no hay públicos diferentes según el lugar: "El público es universal en sentimientos, en sonreír, reír, querer, llorar". A pesar de que lleva 43 años en la música, asegura que todavía le motiva subir a un escenario y que no cantaría si no se emocionara.

Su razón de cantar no es otra que "el sentimiento": "Si no cantara qué iba a hacer, no sé hacer otra cosa", ha indicado, para explicar que descansará "dentro de treinta años cuando esté en el otro lado".

Para un artista, añade, el público es "un comandante y jefe en nuestras vidas", el que decide "si vale o no vale" y al que considera "definitorio de todo". Reciente Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, le ha encantando esa distinción de su tierra y está "feliz".

Entre lo pendiente por hacer, confiesa que tiene que "seguir generando y produciendo" porque de él depende el trabajo de "miles de personas". De la música en España le gusta "lo auténtico, lo que nace en las raíces, el flamenco, la copla, esa mezcla de lo eléctrico con lo ancestral, con lo acústico; ver a Chic Corea con Paco de Lucía" y lamenta que la crisis afecte a la música, "a la apuesta que tiene la compañía de discos por el artista".