Antonio Banderas sigue preparándose para encarnar al malagueño más universal de todos los tiempos, Pablo Picasso, en la que película que rodará a las órdenes de Carlos Saura y con Gwyneth Paltrow como compañera de reparto. 33 días versará sobre la génesis del más genial cuadro del pintor de La Merced, el Guernica.

«Picasso es un personaje al que adoro. Es de mi tierra, salió de Málaga prácticamente a la misma vida y siempre ha sido para mí algo fascinante, que he seguido siempre. Me gustaría conectarme con él en otros términos, porque tenía una seguridad extraordinaria que yo no tengo, aunque he ido ganando con los años. Era un creador nato que defendía su espacio», declaró Banderas a un diario mexicano.

«Arne Glimcher, el director de Los reyes del mambo [la película con la que Banderas dio el salto a Hollywood], también vendía arte y me decía que Picasso acabó con la pintura, porque después de él era muy difícil descubrir algo nuevo en el terreno pictórico, así es que mejor se concentró en la fotografía», abundó el protagonista de cintas como La máscara del Zorro y la peculiar voz del Gato con botas, que afirma que sabe que con 33 días tiene ante sí uno de los retos personales y profesionales de su carrera, que toma con sumo placer: «Picasso me impone mucho. No me da miedo porque no sirve para nada y sólo bloquea. Tengo respeto y un sentimiento de responsabilidad que quiero mantener ahí. Me pasó incluso cuando interpreté a Pancho Villa [para un telefilme estadounidense]».

«No me gusta acercarme desde el exterior a los personajes que existieron; lo trato de hacer de adentro hacia afuera, leyendo libros sobre él o poesía que él escribió», añade el malagueño, cuya voz alguna vez fue comparada por la propia hija del pintor, Paloma Picasso, con la de su padre: «Me acuerdo que tuve una cena con Paloma Picasso en Los Ángeles hace algunos años y cuando hablábamos, ella cerraba los ojos. Yo le pregunté: ¿Pero por qué cierras los ojos? Y me respondió: Porque cuando te escucho hablar, estoy escuchando a mi padre, quien nunca perdió el acento malagueño aunque pasó 70 años en París".

Su fascinación por el autor de los cuadros Guernica o Las señoritas de Aviñón es tan grande, que Antonio Banderas incluso piensa sugerirle a Saura una frase para que la diga su personaje en el largometraje que se comenzará a filmar este mismo año: «Cuando se cabreaba siempre decía la misma frase: Ni Málaga, ni toro, ni na. Me gusta mucho».