Tras la tempestad volvió la calma y eso permitió que la plaza de toros de Torremolinos acogiera ayer su corrida de la Feria de San Miguel, en la que los pocos aficionados que asistieron pudieron lograr la satisfacción de comprobar que un torero malagueño, Salvador Vega, cerraba su temporada en todo lo alto. Pese a que no le correspondió un lote propicio, Vega mostró una claridad mental digna de elogio para sobreponerse a las adversidades. El primero de El Serrano, muy brusco al acusar su falta de fuerza, terminó entregado a su muleta; mientras ante el áspero y rajado cuarto de Osborne tiró de firmeza en una faena en las cercanías de gran verdad. Y para disipar dudas de una vez por todas, recetó dos extraordinarias estocadas que le permitieron salir a hombros.

Sólo pudo mostrar disposición Salvador Cortés, tanto con el débil segundo como con el incómodo quinto, el más deslucido de la tarde. Sí hubo un gran toro, el tercero, que se fue con las orejas puestas. Le ganó la partida por momentos a José Luis Torres, que se empeñó en acortar las embestidas de un toro que hacía el avión en los primeros compases de la faena. Mal con los aceros toda la tarde, en el que cerraba plaza se ratificó su suerte en el sorteo matinal. Fue el mejor de los de Osborne, pero tampoco hubo continuidad ni acople en su toreo vertical. Sólo las manoletinas finales caldearon el ambiente.

La corrida | Feria de San Miguel

Plaza de toros de TorremolinosDomingo, 30 de septiembre de 2012

Cuarto de entrada. Se lidiaron toros de El Serrano (1º, 2º y 3º) y tres de Osborne (4º, 5º y 6º), desiguales de presentación, nobles y con poca fuerza. Los del segundo hierro fueron los más deslucidos. Salvador Vega: oreja, oreja; Salvador Cortés: palmas, silencio y Luis Rivera: silencio tras aviso, palmas.