«Se conoce como racconto o narración preactiva a toda aquella extensa retrospectiva al pasado, que conforme va pasando el tiempo va progresando lentamente de forma lineal hasta llegar al momento inicial del recuerdo, el punto de partida de la historia. Esta técnica se ha usado tanto en obras literarias como en obras cinematográficas». Y ahora es la técnica elegida por la compañía Mayumana para recordar sus quince años de historia. Será con un espectáculo, Racconto, que ocupará la tarima del Teatro Cervantes entre los días 13 y 17 de noviembre.

«Es un espectáculo único, es un resumen de la vida de Mayumana, desde la nada al nivel actual». Este también podría ser el resumen de este montaje de danza, percusión y audiovisuales, tal y como lo define Aka Jean Claude Thiemele, uno de los bailarines de la compañía que subirá a las tablas del teatro malagueño.

«Es un antídoto perfecto contra la crisis», añade este bailarín de Costa de Marfil, que comparte escenario con artistas de todo el mundo -son cien miembros de más de veinte nacionalidades-. «Tenemos muy buena conexión entre todos -técnicos, actores, producción, bailarines- y creo que somos un ejemplo de cómo nos podemos entender las diferentes culturas, sobre todo, si comunicamos a través de la música y el ritmo», dice Thiemele, para quien «el escenario es algo mágico, es una sensación inexplicable» que hay que vivir para entender lo que se siente.

Eylon Nuphar, Boaz Berman y Roy Ofer, que se incorporó más tarde, comenzaron la aventura de Mayumana en un sótano de Tel Aviv (Israel), donde reunieron a un buen grupo de artistas. «Los bateristas tenían que bailar, los danzarines tenían que hacer sonar las cajas y actuar, los actores tenían que cantar y los cantantes tenían que ser acróbatas», recuerdan en el dossier del espectáculo.

Mayumana, Adraba, Mayumana´05, Be!, Bejuntos y Momentum, que añadía ya elementos audiovisuales, han sido los espectáculos creados hasta este Racontto. Todos ellos han dado la posibilidad a los artistas que han pasado por la compañía de mejorar artística y personalmente, como es el caso de Aka, bailarín y coreógrafo que se sumó a Mayumana en 2003 y es también uno de los coordinadores . «Dentro de la compañía he crecido como persona y como bailarín, he aprendido a tocar algunos instrumentos y, sobre todo, a convivir con gente de diferentes culturas», explica a través del correo electrónico este artista, para quien la danza es una forma de expresarse y considera que él también ha aportado a la compañía su «bagaje artístico y cultural». Quien también aportará en este montaje toda su experiencia será el humorista Andreu Buenafuente, fichado por la compañía para ser el hilo conductor del espectáculo con la voz en off que unirá las proyecciones y los números de Racontto, e incluso con algunos vídeos en los que intenta imitar las sorprendentes coreografías de Mayumana.

El presentador incluye en sus apariciones guiños a la especial relación que Mayumana ha mantenido con España desde que actuara por primera vez hace 11 años. Buenafuente asegura que los integrantes del grupo israelí son «verdaderos cazadores de sonido» y que su arte tiene algo «muy orgánico y universal» que logra conectar allí a donde va.

Por su parte, Berman aseguró durante la presentación del espectáculo en Tel Aviv que «España es la segunda casa de la compañía». Para el fundador, creativo, director artístico y compositor musical, «los ritmos, el temperamento y su calidez es lo que hace que guste tanto a los españoles». Y, claro, a los malagueños, que ya han podido disfrutar de anteriores espectáculos de Mayumana y durante varios días podrán revivirlos gracias a Racconto.

Cada pase dura una hora y media y tal como indica su nombre, Racconto, evoca una retrospección al pasado y une la percusión más básica del grupo, la corporal, y la más reconocida como la realizada con papeleras y cubos, hasta la evolución del artista completo que canta, actúa, toca un instrumento y sobre todo «aprende rápido», apuntan.

Diez artistas son los que ocuparán el escenario del Teatro Cervantes, cinco mujeres y cinco hombres que interpretan un total de 17 números, 15 de ellos seleccionados entre antiguos trabajos y dos nuevos: Bejuntos y El gran finali.