El consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, anunció en el Parlamento que el Consejo Asesor del Flamenco aprobó ayer por unanimidad que la Junta solicite al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte la declaración del 16 de noviembre como Día Nacional del Flamenco. Esta fecha, que conmemora la inclusión en 2010 del arte jondo en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, se celebra desde hace dos años en el ámbito de la comunidad autónoma con el objetivo de contribuir a la difusión del flamenco y a la implicación de la sociedad en su desarrollo.

Alonso afirmó que la importancia del flamenco «merece un reconocimiento no sólo en Andalucía sino a nivel nacional, porque aunque es indiscutible que se identifica con nuestra tierra, también lo hace con la marca España».

El consejero presentó la propuesta al Consejo Asesor del Flamenco, que está presidido por el cantaor Antonio Fernández Díaz Fosforito e integrado por el filólogo y miembro de la Fundación Antonio Mairena, Antonio Carmona, el estudioso del flamenco y rector de la Universidad Internacional de Andalucía, Juan Manuel Suárez Japón, y por la directora del Instituto Andaluz del Flamenco, María de los Ángeles Carrasco.

Ante la Comisión de Cultura del Parlamento andaluz, el consejero desarrolló los cinco ejes de su política en materia de flamenco para esta legislatura, ya que «es necesario seguir avanzando en la promoción y apoyo de este arte y en la relación con sus interlocutores, que son los ciudadanos, artistas, peñas, ayuntamientos...»

Alonso se refirió al flamenco como un derecho ciudadano, pero no sólo del público a su disfrute sino también para acceder a su conocimiento y a la formación. Afirmó: «Nos debemos a los aficionados, pero también tenemos la obligación de trabajar para los nuevos públicos». Y desde la consideración del flamenco como mucho más que arte, el consejero ha destacado su valor como «elemento de cohesión social» e, incluso, «terapéutico».