Era un secreto a voces. El Festival de Málaga Cine Español buscaba nuevo director desde la llegada de Damián Caneda a la concejalía de Cultura a mediados de 2011. Y lo ha encontrado en Juan Antonio Vigar, que sustituirá a Carmelo Romero al frente de la cita cinematográfica. Romero, que fue nombrado gerente del certamen en 2008 tras la marcha de Salomón Castiel, abandona el cargo alegando motivos de «índole personal y familiar». «En febrero cumplo 75 años: ya es hora de pasar de la vanguardia a la retaguardia del Festival», señaló Romero, que mantendrá su nombre ligado al organigrama de la cita como asesor y miembro del comité de dirección.

Para el director saliente, la decisión de no continuar en la gerencia de la empresa municipal «se produce en este momento por que coincide con un prolongado periodo de estabilidad», dijo Romero, que matizó que «la deuda del Festival desapareció al cierre del ejercicio de 2011» y que «a día de hoy no se le debe nada a ningún proveedor». En su discurso de despedida ante la prensa, Romero no hizo alusión a los millones de euros de aportación extra con los que el Ayuntamiento saneó el pasado año las maltrechas cuentas del Festival ni tampoco quiso recordar la profunda crisis vivida en la cúpula del certamen que acabó con los despidos -ambos improcedentes- del director ejecutivo y el coordinador del Festival, Franjo Parejo y Antonio Luque, respectivamente.

Fue precisamente en sustitución de Luque cómo Vigar regresó al Festival de Málaga, donde ya trabajó años atrás a las órdenes de Castiel. El nuevo máximo responsable del certamen, que anteriormente desempeñó el cargo de director del Área de Cultura de la Diputación -puesto que ahora ocupa Castiel-, declaró su «satisfacción» personal al asumir el reto de capitanear la gran cita malagueña con el cine. «Es un proyecto en el que creo sin fisuras desde el primer día», resaltó. En la figura de Vigar recaerán ahora las funciones de coordinación, dirección ejecutiva y dirección artística, con lo que el certamen se ahorra unos 150.000 euros en salarios.

Nueva visión, nuevos objetivos Preguntado por los objetivos que pretende alcanzar desde la dirección del certamen en los próximos años, Vigar avanzó dos líneas de actuación en las que piensa trabajar a conciencia. La primera de ellas es aumentar «el análisis de la situación de la industria del cine» en el marco del Festival para que éste se convierta en un espacio de debate y contacto entre todos los sectores implicados.

La segunda línea estará destinada a «aumentar la implicación de los malagueños» en la gran fiesta del cine. Juan Antonio Vigar opina que en Málaga existen muchos profesionales de la industria audiovisual con los que el Festival quiere contar.