La temporada musical que hoy termina ha tenido muchos nombres, pero, sin duda, el de los británicos One Direction ha resultado uno de los más destacados. Niall Horan, Louis Tomlinson, Zayn Malik, Harry Styles -últimamente muy popular en el couché por su relación con Taylor Swift- y Liam Payne son los cinco muchachos que han hecho rebrotar el fenómeno fan en todo el mundo. Y empezaron en Marbella. Sí, entre nosotros.

Hace un par de años, los chavales se presentaron, cada uno por su cuenta, al concurso británico Factor X, el vivero de talentos donde el megaproductor Simon Cowell escoge a las estrellas del futuro -como Leona Lewis en su momento-. Allí, el coach les sugirió que dejaran de esforzarse por separado y que formaran un grupo. Lo hicieron. Ya como boyband se prepararon una versión de Torn, de Natalie Imbruglia, y la cantaron en una audición en la casa que Cowell alquila en la Costa del Sol. El productor quedó impresionado: «Supe que teníais algo especial», sentenció. Y de ahí al estrellato. Un dato: Live while we´re young, la carta de presentación de su segundo disco, Take me home, se convirtió en el single de preventa más rápido de la historia, situándose en pocas horas en el número uno en más de 50 países.

Por supuesto, allá donde van les esperan miles de seguidoras y seguidores, que gritan y suspiran por ellos, algo por lo que se muestran agradecidos continuamente, aunque incluyan locuras como esconderse dentro de un cubo de basura. Aunque se han convertido en un fenómeno de masas, ellos todavía se consideran «gente normal» e intentan «hacer siempre todo lo que pueden, como salir o ir al cine», comentó Niall en una reciente entrevista. Lo cierto es que a Niall se le puede ver a menudo en los locales más exclusivos de Marbella -parece que guarda un buen recuerdo del lugar donde empezó su fulgurante carrera- y tomándose unos refrescantes baños en la piscina del Ocean Beach Club de la localidad.

The Olive Press relató recientemente una curiosa anécdota protagonizada por una masajista del Pangea, de Puerto Banús: la crew de One Direction se dirigió a la esteticista del club para que les diera un relajante masaje a los cinco cantantes, pero ella se negó rotundamente. «De ninguna manera iba a tocarles, ¡sería demasiado raro!», dijo Michelle Honeker, que creía que eran menores -son jóvenes pero no tanto: sus edades oscilan entre los 18 y los 20 años-. Así que esta británica rechazó lo que millones de chicas adolescentes de todo el mundo sueñan con hacer.

Y hay muchas más historias como ésta relacionadas con One Direction, y especialmente con Niall Horan, en nuestra Costa del Sol. Ahora sólo falta que no sólo acudan aquí para refrescarse y vivir la noche marbellí sino también para ofrecer una actuación.