­No todo son langostinos ni botellas de cava. El final de año, y más en un tiempo y un país tan ensombrecido como éste, invita a la nostalgia y especialmente frente a sus paisajes más irrecuperables. El 2012, de resonancia apocalíptica, deja atrás un ramillete de días cosidos por la necesidad económica, pero también, y de forma aún más drástica, toda una isla de crisantemos, puestos seguramente en alto para recordar a los que se fueron para siempre. La muerte, tampoco volvió a hacer este año distinciones y se llevó, con su tiento abrupto, a celebridades de izquierdas y derechas, artistas, deportistas, cantantes. En Málaga, sin ir más lejos, hubo que doblar las campanas por cuatro ilustres de la vida institucional y de la Semana Santa; el médico y profesor de universidad Jesús Castellanos; el exalcalde Cayetano Utrera; el médico y renovador José Atencia y el empresario Carlos Gómez Raggio. También se despidieron el histórico dirigente de Asaja Javier Ciézar y Viberti, que marcó toda una época futbolera en la Costa del Sol.

En la provincia falleció asimismo el actor Carlos Larrañaga, que forma parte de un inventario difícilmente sustituible de hombres de cine y del teatro: Tony Leblanc, el padre de toda una forma de ser español, José Luis Borau, Sancho Gracia,Quique Camoiras, el facundo Juan Luis Galiardo. Las pantallas también se privaron definitivamente de nuevas producciones de directores legendarios como Theo Angelopoulos, que fue atropellado en Grecia. La literatura perdió el gusto marciano de Ray Bradbury, a Esther Tusquets y a dos de sus archipremiados, Carlos Fuentes y Wieslawa Szymborska; la arquitectura a Oscar Niemeyer; la música a Jon Lord, Dave Brubeck o Chavela Vargas. Incluso murió en la tierra el hombre más cercano a la luna, Mr. Neil Armstrong. La vida cultural y política española lo tendrá, por su parte, difícil para olvidarse del peso de Tàpies y de las dos caras de un periodo fundamental para la historia de España: Santiago Carrillo y Manuel Fraga. Quizá con otro ilustre, Peces Barba, de trinidad antológica.