«Patria es un concepto que has de enseñar; la libertad, no, con ella venimos al nacer», asegura Rivero.

¿Para ser un buen bailarín se necesita más técnica que pasión?

La técnica es necesaria, porque el cuerpo es tu herramienta. El virtuosismo ya entra en una cuestión de percepción. Si el arte sucede sin la técnica es una paja mental, pero es esencial para soportar el esfuerzo físico.

¿Bailar equivale a sufrir?

No es mi experiencia. Hay que llegar a los límites y hay dolor físico, pero el sufrimiento es producto de la desesperación, de lo que cuesta llegar a ser alguien, y hay mucha falacia en eso.

Empezó en danza clásica. ¿Las barreras con la contemporánea son absurdas?

Otra falacia. La base del clásico es anterior a Jesús, a Europa. No hay tal danza clásica, porque en definitiva tienes dos piernas y dos brazos. El estilo solo marca un producto, una diferencia.

¿Nos equivocamos entonces al dividir compañías estables de danza clásica y contemporánea?

Cosas distintas son, cierto, pero creemos que están separadas. Y al aceptar eso el bailarín cree que es imposible que no sea así.

¿Qué le dice el nombre de Alicia Alonso?

La señora. Campechana, cercana, no te permite dar rodeos. La he tenido en mis manos en el escenario y nunca me sentí impresionado, porque ella no jugaba ese rol. Un símbolo de la historia universal, pero una persona como otra cualquiera.

¿Nacho Duato es un incomprendido en España?

No creo. Siempre sentí una reacción en el público de ánimo, aplauso y felicidad a sus espectáculos. Si él no está satisfecho con lo que le ha pasado porque tenía pensada otra cosa es a él a quien hay que preguntar.

¿La peor lucha del bailarín es con el paso del tiempo?

No. Yo he dejado de entrenar como lo hacía antes, pero no he dejado de ocuparme de mi cuerpo y he podido bailar. El problema está en volver a lo que se espera de ti como producto, pero ese es otro territorio.

¿Faltan estructuras estables de danza en España?

Sobran. Son las estructuras las que nos impiden ver que todo es mucho más amplio y abierto.

¿Nota mucho la danza los recortes, el IVA, la crisis?

Sí, pero la gente sigue viviendo con el mismo nivel de vida, sólo que tienen que reajustarse económicamente. He conocido crisis como la del período especial en Cuba [en los 90] y ésta es como la rabieta de un niño que no acaba de ver que no falta de nada y que tiene que aprender a compartir. En Cuba no había nada, las tiendas estaban vacías. Eso es crisis.

¿Cómo se ve Cuba desde el otro lado del Atlántico?

Con nostalgia a veces y negándola otras. Con la isla en sí no tengo ningún apego, pero allí está toda mi familia.

¿La libertad es más importante que la patria?

Patria es un concepto que has de enseñar; la libertad, no, con ella venimos al nacer. Es mucho más importante y real.