A diario escuchamos y leemos noticias sobre talentos nacionales que emigran más que para buscarse un futuro para labrarse su propio presente. La actriz y cantante malagueña Sofía Monreal es uno de estos españoles por el mundo por obligación. Para quienes no la identifiquen por su nombre, quizás les suene un papel de su currículum: fue La Puri, de la exitosa serie Yo soy Bea -que actualmente Mediaset vuelve a emitir en uno de sus canales-.

El año pasado y lo que llevamos de 2013 han sido tiempos de cambios profundos para Sofía. Grabó cuarenta episodios de la popular -y desaparecida- serie Arrayán y participó en una larga gira por colegios de Málaga con una obra de teatro infantil. Pero, de pronto, se vio sin ningún proyecto. «Llamé a Madrid a mi representante y a amigos productores y directores para preguntar cómo estaba el tema de trabajo por allí, y me decían: Quédate en Málaga, por lo menos tomas el sol y es más barato... Porque el panorama está fatal. También en Barcelona me decían lo mismo».

Así que, a finales del 2012, en la mente de la intérprete surgió, o más bien se despertó, una idea, un lugar que le rondaba la cabeza desde hacía mucho tiempo: Londres era el horizonte. «Vivir allí siempre había sido una asignatura pendiente en mi vida, pero nunca había podido hacerlo porque cuando no era la hipoteca, era el trabajo, o la pareja, o algún proyecto en España... Como ya no tenía nada de eso, me dije: Let´s go!».

Y el 13 de diciembre llegó al que sería su nuevo hogar, como miles de españoles que también buscan una salida laboral en la Pérfida Albión. «En seis meses que llevo aquí, cada vez conozco a más españoles. Lo puedes ver en el metro, en la escuela de idiomas, cuando dejas el currículum en algún sitio... Un día el manager de un restaurante me enseñó 150 currículum de españoles que habían pasado por allí ese mes. Así que me pregunto: ¿Ha quedado alguien ahí o nos hemos venido todos para acá?».

Los comienzos de la malagueña en la ciudad del Big Ben fueron complicados: «Londres es una ciudad muy dura cuando llegas sola, en plenas Navidades, con un frío al que no estás acostumbrada y con mi inglés...». Pero a Sofía le encantan los retos y hoy disfruta de una vida ajetreada, con una agenda repleta. Sus días en la ciudad norteña los vive entre su casa, cerca de Camden Town -un bloque que bien podría ser sede de la ONU: «Vivo en el mismo edificio con dos ingleses, una rumana, tres argelinos y dos de Bangladesh; una torre de Babel que le permite practicar el inglés-, y sus múltiples actividades laborales, que van desde trabajar como camarera a impartir clases de danza y teatro a niños por las mañanas: «Dar clases es muy gratificante; los niños son unos actores excelentes: se lanzan y juegan sin prejuicios, ni miedos ni pudor. Además me ayudan con el idioma: algunos de mis alumnos son ingleses ¡y me corrigen todo el rato!». También está retomando su carrera musical -fue la voz solista del dúo Naranja Toscano-, y los primeros frutos se verán y oirán el 22 de junio en Nolias 1. «Mi amiga Isa, que es promotora y tiene un sello discográfico en Madrid, al enterarse de que estaba en Londres, me puso en contacto con Belén Arjona, a la cual ya conocía de algún concierto de Elefantes [Sofía fue corista de la banda]. La vi y me encantó. Y me pregunté: ¿Por qué no vuelves a cantar?». Buscó músicos, repertorio y listo: «El show es con guitarra española, cajón flamenco y mis lunares. Está quedando muy bonito». Lo presentará con Natalia Vergara y otras artistas españolas que ha conocido en Londres.

Porque si de algo se enorgullece Monreal es de los amigos que ha hecho: el actor y músico Juan Guillén -conocido como Juan Sin Miedo-, Toniflix -responsable de una importante agencia de comunicación- y también el músico y pintor José María Cano. «Juan Guillén me puso en contacto con él. Necesitaba una secretaria y yo, que he estudiado producción de espectáculos y he trabajado en ello, me presenté. Tuvimos buen feeling pero cuando llegó la prueba de inglés... Un día hablando con él sobre música me propuso prepararme un repertorio latino en Londres ya que aquí hay un gran mercado... Y ahí está la idea aparcada. ¡Las vueltas que da la vida! Jamás pensé yo comer en la cocina de este hombre, con lo fan que yo era de Mecano», nos cuenta. Y también el gran fotógrafo Jordi Adriá, que vive desde hace quince años en Londres: «Un día me llamó para quedar para presentarme a unos amigos y clientes... ¡Eran los jefazos del Circo del Sol!». Dice que Adriá «la ha cuidado en una ciudad hostil» y la ayuda al máximo: «Me va a hacer mi book. ¡Estoy de suerte!».

Tan de suerte está que en sus planes ni siquiera se le pasa por la cabeza volver a España: «Yo vivo el presente y mi día a día ahora es esta ciudad». Aunque, como dice, no gane para paraguas.