El escultor malagueño Miguel García Navas conocido por su escultura del verdialero, que preside la glorieta del Fiestero, en el Parque, falleció ayer. Había nacido en Málaga en 1936 y tras el paso por la Escuela de Bellas Artes con 9 años, ingresó en la Escuela de Artes y Aplicadas y Oficios, donde aprendió talla con Andrés Cabello. Con 28 años se convirtió en campanero y restaurador de la Catedral, viviendo en la torre con su familia. De su faceta como restaurador, trabajó en los retablos de la Virgen del Pilar y la Virgen de los Reyes, entre otros.

Con taller propio en Fuente Olletas desde hacía 30 años, entre sus obras destacan, además de la estatua del Fiestero, el busto del Niño de las Moras, en El Palo y la escultura a Miguel de los Reyes en La Victoria. Además, había realizado una escultura a Rafael Flores El Piyayo, para la que el artista proponía que se integrara en el paisaje de Puerta Nueva o en la plaza de Félix Sáenz.