Si hay una escena que resume sin necesidad de palabras la nueva exposición del Museo Picasso Málaga, titulada Álbum de familia, es la que refleja la foto en blanco y negro de 1953 en la que aparecen Picasso junto a sus hijos Claude y Paloma. El genio malagueño, tumbado en un suelo enmoquetado, trata de enseñar a los pequeños a dibujar sobre un papel. Ellos siguen con la mirada la mano de su padre e intentan imitarle. Picasso sonríe.

La recién inaugurada muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 6 de octubre, centra su mirada en el entorno más íntimo y cercano del pintor. Para Picasso, su familia fue una constante fuente de inspiración y objeto de muchas de sus obras, sobre todo en el campo del retrato. Gran parte de las obras de esta muestra están inspiradas en las compañeras con las que Picasso compartió su vida y en sus hijos. La exposición está formada por 45 retratos y 77 fotografías, algunas de ellas inéditas, procedentes de las colecciones de todos sus herederos y de otras instituciones, como el Museo Picasso de Barcelona, que abarcan el periodo desde 1896 a 1971, según matizó ayer el director de la pinacoteca, José Lebrero.

El nieto del pintor, Bernard Ruiz-Picasso, afirmó que al margen de la «falsa imagen» de Picasso que hay en algunos libros de un «hombre violento», la exposición demuestra al contrario que era «un padre, un abuelo, que jugaba y estaba muy cerca de sus niños». «Era alguien que dejaba de pintar para el almuerzo, su familia era muy importante», recalcó. Además, las fotografías ahondan en que Picasso desde su infancia observaba a la gente y muestran bien «la relación entre un artista y su vida», comentó, a la vez que se mostró su satisfacción de la «generosidad» de toda la familia Picasso, que ha participado en esta muestra.

Por su parte, Christine Ruiz-Picasso, nuera del artista malagueño, confesó que esta exposición le «toca» especialmente porque se trata de un álbum de familia, y elogió la forma de presentación. «Todos sabemos que no somos inmortales y tenemos el deber en vida de hablar de los que no están» a los descendientes, dijo. La presidenta de honor de la pinacoteca incidió también en la gran labor que el Museo Picasso ha desarrollado en estos diez años de vida.

Las 45 obras de arte, entre óleos, dibujos, esculturas, grabados y linóleos, trasladan al espectador la transformación de Picasso y su «revolucionaria mirada en continua metamorfosis». «Son 75 años de familia, de desarrollo estético, de avanzar, de reinventarse», dijo Lebrero, que resaltó la elevada clave afectiva de la muestra así como la belleza del retrato, «reinventado» por el artista malagueño. En esta exposición domina la ternura, la mirada enigmática, su audacia creativa y traslada la cercanía al artista, «a cómo aprovechaba a sus más cercanos para mejorar su propio discurso», indicó Lebrero, al tiempo que reconoció y agradeció a los herederos y allegados su colaboración para esta muestra, la segunda de la trilogía dedicada a los orígenes e identidad del genio con la que se celebra el décimo aniversario de la apertura del museo. Dicha serie se inició con la muestra Picasso de Málaga y se cerrará, a partir de octubre, la muestra 11 obras invitadas.

Maya con delantal rojo, Paulo sobre un asno, Niña jugando con un coche/Paloma sobre fondo rojo, Claude vestido con traje polaco, Mujer con boina y vestido de cuadros, (retrato de Françoise) y Mujer con moño y sombrero amarillo (Jaqueline), son algunas de las obras seleccionadas para esta exposición. Junto a ellas, las fotografías recorren el día a día de Picasso junto a los suyos. Coincidiendo con la exposición, el Museo Picasso ha producido un documental que, dirigido por Thierry Spitzer, reúne el testimonio de Christine Ruiz-Picasso, Claude Ruiz-Picasso, Françoise Gilot y John Richardson, que rememoran ante la cámara momentos personales que vivieron junto al artista malagueño, y que puede verse en sala de proyección del Palacio de Buenavista.

Hacía dos años, desde la inauguración de la muestra Viñetas en el frente, que Christine Picasso no aparecía en una inauguración de la pinacoteca. Entonces, la nuera del genio le reprochó a Lebrero, recién llegado al cargo, el uso del museo con una exposición que traía consigo una -según ella- intención política. Christine incluso pidió por escrito a Paulino Plata, por entonces consejero de Cultura, la cabeza del director artístico. Al final Lebrero no fue destituido. Pero Christine no apareció más por el museo. Hasta ayer.

Preguntada por el episodio, la heredera se disculpó: «Me avergüenzo, fue excesivo. Pertenezco a una época en la que todos estos temas eran muy importantes. Picasso se negó a volver a España por el franquismo», dijo. Una vez aclarado el asunto, aseguró que no quiere que se hable más de ello: «Estamos en el siglo XXI y tenemos que dejar de tener una actitud negativa del pasado», aseguró, zanjando así dos años de polémica.

La exposición: «Álbum de familia»

Lugar: calle San Agustín, número 8 | Teléfono: 952 127 600 | En cartel: Hasta el 6 de octubre. | Más información en la página web: www.museopicassomalaga.org