Que el Planeta este año llevaría sello femenino se veía venir desde el lunes. No fallaron en ese sentido las quinielas. La escritora manchega Clara Sánchez, cuyo nombre también sonaba con fuerza en los corrillos periodísticos, se llevó el ansiado galardón de la literatura en España, dotado con 601.000 euros. Lo consiguió con El cielo ha vuelto, que presentaba bajo el seudónimo de José Calvino y el título ficticio La dama del hechizo. Esta especialista en conectar sentimientos y acontecimientos para que después desemboquen en grandes historias, se mete de lleno en la vida de una modelo de pasarela que aparentemente lo tiene todo pero que un día, al decirle una persona que alguien la quiere muerta, entra en el terreno de la desconfianza.

Según dijo la propia autora tras recoger el Planeta, este libro indaga en si ese tipo de sentimiento que experimenta la protagonista nos puede llevar a la crueldad o a la lucidez. «A veces lo más doloroso de la vida es desenmascarar la propia vida», resaltó esta autora que trasladó esa desconfianza a la propia sociedad ante la «vampirización» económica que vivimos actualmente. No se olvidó de su padre, fallecido este año, que siempre que veía la entrega del Planeta por la tele le preguntaba que cuándo se lo daban a ella.

La novelista de Guadalajara tiene ya en su currículum el Premio Nadal de 2010 por Lo que esconde tu nombre, una obra que curiosamente sucede en Alicante -ya que en los años 80 vivió en Dénia-, donde una pareja de ancianos intenta ocultar su pasado nazi. También cuenta con el Premio Alfaguara en 2000 por Últimas noticias del paraíso, de la que Alfredo Bryce Echenique destacaba «la originalidad de los puntos de vista del personaje narrador». En su última novela, Entra en mi vida, sacó su vena más periodística (ha colaborado en El País) para adentrarse en la problemática de los niños robados.

La sorpresa de la noche vino con el finalista (150.250 euros), cuyo nombre mantuvo en vilo hasta última hora a los más de 1.000 invitados que acudieron a la cena literaria que tuvo lugar en el Palau de Congressos de Catalunya en Barcelona. Finalmente fue para la exministra de Cultura, Ángeles González Sinde, por El buen hijo, que presentaba bajo el seudónimo de Salvador Durán y el título falso Volver a los 17. Esta escritora, expolítica, directora de cine y guionista retrata en esta novela a un hombre que vive apocado bajo la sombra de una madre viuda. Este personaje que siempre ha obedecido las reglas decide romper con el papel de «buen hijo», ya que le deprime su forma de ser.

La también exdirectora de la Academia de Cine cuenta en su trayectoria con guiones tan suculentos como La buena estrella, con el que ganó un Premio Goya en 1997. Repitió hazaña en 2003, pero en la categoría de dirección novel, con La suerte dormida. En el terreno literario, se alzó en 2006 el Premio Edebé de Literatura Infantil con una de sus cuatro novelas infantiles, Rosanda y el arte de birli birloque.

Resulta interesante la elección del jurado de esta autora tras el discurso que realizó el día previo a la entrega del Planeta, su presidente José Manuel Lara, en la que se despachó a gusto contra la piratería en nuestro país. Cabe recordar que González-Sinde, en su etapa en el gobierno de Zapatero, fue una de las mayores perseguidoras de las descargas por internet a través de la conocida Ley Sinde.

Tras recoger el premio, esta escritora de 48 años reconoció que dicha novela le ha permitido un recogimiento que no podía practicar cuando estaba expuesta en su vida política. En definitiva, señaló que este manuscrito habla de ser uno mismo con independencia de lo que esperen los demás de ti, una sensación que hiló a las suspicacias de algunos periodistas que cuestionaron si el tiempo que ha pasado desde que dejó el cargo de ministra de Cultura es incompatible con una distinción como esta. A estas cuestiones, la exministra subrayó que no ha cometido ninguna ilegalidad e invitó a los redactores que le preguntaron a repasarse la ley concerniente a este tema. También dejó claro que no ve un problema ni "ético ni estético":

Al Palau, como cada año, acudieron personalidades del mundo de la cultura española. La ausencia a subrayar fue la del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. El que sí estuvo presente por parte de este ministerio fue el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle. Le acompañaron el president de la Generalitat, Artur Mas; el conseller de Cultura de Cataluña, Ferran Mascarell, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Sin duda, la presencia de Wert hubiera derivado en una foto con cierto morbo tras la entrega, al juntar en un mismo espacio a al ministro, a Artur Mas y a una exministra también de su misma cartera pero del partido de la oposición.

El mundo de las letras también estuvo representado, aparte de por los componentes del jurado, por más de un centenar de escritores como Maxim Huerta, Santiago Posteguillo, Ana María Matute, Boris Izaguirre o Juan José Millás. Y entre novelistas, políticos y periodistas se cerró un año más el Planeta, a la espera de sacar a l mercado dos nuevas obras que mantengan viva la llama de la literatura en castellano.