Hace algunas semanas que circula por la red un vídeo donde la ROSS, con su titular al frente, inicia los ensayos de la joya central del que ha sido tercero de los abonos de la temporada. En ese fragmento comienza a cobrar forma la lectura la primera de las sinfonías de Mahler. Málaga y el Teatro Cervantes han sido también los receptores de este singular trabajo con el que la Sinfónica de Sevilla inauguraba su temporada en la Maestranza.

La selección para esa última cita no ha quedado al azar; basta con repasar la trayectoria del maestro Pedro Halffter para concluir que sintetiza toda su carrera: por un lado, la dirección orquestal donde demuestra su capacidad para el mundo sinfónico; y por otro, la lírica en la que no ha faltado el genio alemán. Justamente Wagner y Mahler centran la atención de la temporada de conciertos del conjunto sevillano. La ROSS asume el repaso de cinco de las sinfonías mahlerianas en los dieciséis programas que conforman su cartel, recortes y reducciones salariales incluidas. Este tercer abono cede el espacio habitual de la OFM para la primera actuación de la sinfónica sevillana en Málaga, con una excepcional acogida.

Equilibrio y pulcritud definen la lectura hecha por la ROSS para el concierto en el coliseo malagueño. Si Wagner sonó a Wagner, llegados a la Titán, el oyente percibe la magnitud y dominio técnico tanto de los atriles como la batuta del maestro, que lejos de titubeos o vaguedades descubre la riqueza tímbrica y dramática del músico bohemio. A pesar del carácter heroico que encierran estas dos partituras, nuevamente literatura y música caminan juntos, sobresale también el carácter biográfico que ambos compositores imprimen en estos trabajos tempranos.

La obertura de Rienzi muestra a un primer Wagner que comienza a vislumbrar en su concepción del drama lírico, los grandes títulos que anteceden a su monumental Tetralogía. Color, forma y efecto condensan la sonoridad que el director madrileño extrae de la ROSS. Pedro Halffter pone especial interés en la emisión de la orquesta; si a ello unimos un profundo conocimiento de la página en atril, la conclusión no puede ser otra que una lectura clara, alejada de efectismos.

Aunque la acogida por el público vienés fue distante, la Titán es sin duda el trabajo más cercano al romanticismo de su autor, especialmente sus dos primeros movimientos. Mahler desborda la estructura sinfónica romántica para dejar espacio a su propio discurso temático y transgresor. Estas dos ideas marcan la versión de Halffter al frente de la ROSS. La evocación al despertar de la naturaleza, en un mundo casi idílico del primer movimiento, cede a un tiempo danzante que es el scherzo, de inspiración popular como son los ländler austríacos. La marcha fúnebre que domina el lento de la sinfonía destacó por ese carácter solemne, señalado por el autor, donde la parodia y la comicidad salta entre las maderas frente a la templanza de la percusión o la controvertida cuerda. Todos estos elementos preceden al estallido del tiempo conclusivo que evoca elementos anteriormente expuestos; el director madrileño impuso la rotundidad dramática y desbordante que lo definen.

Concierto inolvidable, que pone de relieve el altísimo nivel que han alcanzado las orquestas andaluzas, todo un horizonte musical que nos aleja de tipismos y nos abre a un mundo artístico cada vez más cercano, libre de tipismos recurrentes.