­Si está mucho tiempo sin escribir, entra en una profunda depresión. Así de rotunda se muestra la ganadora del Premio Planeta 2013, Clara Sánchez. Una vida dedicada a los libros llega a Málaga para promocionar su premiada novela, El cielo ha vuelto. Una intriga que habla sobre el precio del triunfo, y cómo, en ocasiones, las personas más cercanas pueden ser a la vez las más dañinas. Firmará su novela hoy mismo, en la Fnac de Marbella, y mañana, 23 de enero, en la franquicia de la capital de la cadena.

Premio Planeta 2013 por su novela El cielo ha vuelto. Cuente un poco cómo son estas galas. ¿Sospechaba que iba a salir elegida? ¿Hay filtraciones?

Mire, si digo la verdad, ni yo sé cómo funcionan. Lo que sé es que te presentas, simplemente. Luego te enteras de que estás entre los finalistas. En mi caso, yo me presenté con seudónimo. Luego la gente a tu alrededor está muy pendiente. El día de la gala ya me dijo alguien que mi nombre había salido a relucir como ganadora. Pero yo, puedo asegurar que no me había enterado de nada. Supongo que es como en todo, una vez que ya ha liberado el jurado, hay determinados intereses que entran en juego. ¿Si hay filtraciones? No lo puedo decir, porque es que, de verdad, yo no me preocupo por estos temas.

El momento en que pronuncian su nombre y sabe que ha ganado. ¿Qué se le pasa por la cabeza, qué sentimientos le invaden cuando sabe que ha conquistado el premio literario más importante de España?

Obviamente te invade un sentimiento de alegría. Pero a la vez es un poco raro. En ese momento, a mí lo que me habría gustado era ponerme a brindar con la gente de la mesa, dejarme felicitar y esas cosas. Pero es que no te da tiempo a nada, porque tienes que levantarte de la silla en la que estás muy bien, subir al estrado y ya en ese momento ya te invade una sensación de responsabilidad. Tienes que decir algo mientras que se te pasan miles de cosas por la cabeza. Yo me acordé mucho de mi padre en ese momento. Pero no te da tiempo a asimilarlo. Estás ahí subida y tienes que actuar, tienes que hablar, tienes que andar, sonreír, y pues, al final, lo único de lo que se trata es de comportarte un poco y aguantar el tipo. Yo acabé a las 2.00 de la madrugada. Es como que sabes que te han dado el premio, y que ya algún día si eso, lo disfrutaré. Es todo muy confuso.

A nivel profesional, ¿qué supone ahora mismo obtener un premio de la magnitud del Premio Planeta?

Como profesional, un reconocimiento así, me llena plenamente. Este premio encaja muy bien conmigo. Me da mucha seguridad en mí misma, porque entiendo que hago bien mi trabajo. Además, pienso que me ha llegado en el mejor momento de mi vida. A estas alturas de mi carrera, un premio así, ya no me va a desviar de mi camino. He visto, como en otros, a las que se lo han dado a una edad muy joven, les ha podido perjudicar. Pero mi carrera ya está bastante consolidada. Mi estilo, mi forma de escribir, etc. Entonces, que a una novela mía le den el Planeta no me vuelve tarumba ni nada por el estilo. Suelo ser muy cauta con los elogios, pero siento, de verdad, que este premio no puede perjudicarme para nada. Lo mejor del Planeta es que me otorga libertad creativa, en todos los terrenos.

Vamos a la novela. El cielo ha vuelto sumerge al lector en el mundo de la moda. ¿Por qué se decidió por ese ambiente?

Para empezar, quiero dejar claro que no es una novela sobre el mundo de la moda. Quien piense eso, que se lo vaya quitando de la cabeza. A mí me gusta que mis protagonistas trabajen. Por lo menos, que todo el mundo sepa a qué se dedican. La protagonista, Patricia, trabaja como modelo y está metida en el mundo de la moda. Su marido, Elías, es un pintor que tiene poco éxito. Lo que quiero decir con esto, es que el lector siempre tiene que saber a lo que se dedican mis personajes. Si trabajan, si son unos vagos, si les va bien, si son unos fracasados, etc. Pero igual que Patricia es modelo, podría ser secretaria, médica o cualquier otra cosa. Lo importante, es que a Patricia la vida le va a dar un vuelco inesperado. ¿Qué pasa? Como es modelo, veremos cosas de ese mundillo...

¿Le afectó el revuelo en torno a la exministra de cultura, Ángeles Gónzalez Sinde, finalista del galardón?

Permanecí completamente ajena a todo eso. Yo compartí escenario con ella, pero ya está. Somos personas muy distintas, con un recorrido diferente. Yo no puedo entender lo que pasa porque aquí ya entra en juego la política. Todo ese revuelo generado, de verdad, es que me resbala directamente.

¿Los 600.000 euros del premio ya están invertidos?

Sí, algo menos de la mitad ya está invertido en Hacienda. Montoro me ha dado un buen disgusto. Y con lo que me queda, pues todavía estoy pensando lo que hacer...