­«¡Yo no podría saber que era dinero negro! ¡Lo manejaba a oscuras!», confiesa, impávido, un encorbatado cincuentón en una de las 271 viñetas que desde ayer expone El Roto en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga. El protagonista de esta escena, uno de los tantos y tan cercanos corruptos que, al enfrentarse a la justicia, tratan de exculpar su delito con una interpretación meritoria de Goya, resume el sentir de buena parte del ´apocalipsis´ que el dibujante Andrés Rábago presenta hasta el próximo 11 de mayo en el antiguo mercado de mayoristas, espacio que acoge por primera vez una muestra individual del artista madrileño conocido por sus trabajos en el periódico El País.

La muestra, bajo el título Apocalipsis. Viñetas del Libro del Debe y el Haber, comisariada por Fernando Francés, propone al visitante un recorrido por la particular mirada de un dibujante capaz de resumir, con gran acierto, el pálpito social en muy pocos elementos. Una figura anónima y una frase bastan a El Roto para coincidir en un sentir general sobre asuntos como la economía, la ecología, la violencia y la ciencia, asuntos sobre los que gravita esta exposición, en la que no falta el humor negro, el sarcasmo, la crítica directa y la distancia. «Soy un mero amanuense de una forma de pensar que a lo mejor no es mayoritaria, pero sí bastante extensa en la sociedad», declaró ayer el madrileño, que calificó su trabajo como «una crónica vital, de una época y de una sociedad» determinadas.

La denuncia sobre la generalizada corrupción sobrevuela en cada una de las series de 64 obras expuesta y que emulan las 64 casillas de un tablero de ajedrez. Esta disposición está inspirada en la película El séptimo sello, la obra maestra del sueco Ingmar Bergman en el que la muerte y el caballero libran una ´batalla´ sobre el tablero. Para Andrés Rábago, que declaró que tiene pensamientos «distintos» a los que ofrece su alter ego El Roto, remarcó que la corrupción «no está sólo arriba», entre los que ostentan el poder, sino que lo que ocurre en las altas esferas es causa o consecuencia de la sociedad.

«La corrupción de los que arriba es posible porque está también abajo. No sé si ha ido de arriba a abajo o de abajo a arriba. Hay una responsabilidad colectiva y nos inhabilita para pedir responsabilidad a los de arriba», matizó Rábago, que cree que «tiene que haber una limpieza colectiva y no sólo una exigencia a los de arriba, que son sostenibles desde la mugre en el resto de la sociedad». El creador confesó que su trabajo «periodístico» está inspirado en la lectura de periódicos y revistas, entre ellas la alemana Der Spiegel. Además, explicó que nunca sus viñetas se publican al día siguiente sino que las deja reposar días para que cobren sentido.