Los lugares en los que escuchar música en directo en Málaga van aumentando poco a poco. Los hay dedicados en exclusiva al jazz, al rock, a las últimas tendencias pop y también al hip hop, como es el caso de La Ciclotaberna con Flow, un espacio abierto a las rimas de aquellos que se inician en el mundo del rap y donde los DJ´s en ciernes están llamados a demostrar su habilidad con los platos.

Ubicada en la céntrica calle Mariblanca, la nueva sala ya cuenta con un destacado cartel actuaciones de grupos underground de hip hop tanto de Málaga como de otros puntos de España. Con un aforo para unas 75 personas, La Ciclotaberna con Flow se presenta como «un lugar perfecto para conciertos reducidos, presentaciones, charlas, fiestas...», según apunta Salvatore Apa, manager, productor de eventos y responsable del sello Muchacalle, que destaca que el local también dispone de «un amplio espacio para exposiciones».

Curro Ordóñez, responsable del establecimiento, convenció a Apa para que se involucrase en su aventura musical, que arrancó el pasado mes de diciembre con la actuación del grupo Entre líneas, que presentaba su nuevo trabajo, Dolce Vendetta, y con DJ Eneko-C y DJ Faderkaste a los platos.

Desde entonces, la música en vivo no ha dejado de estar presente en La Ciclotaberna con Flow, que contará la próxima semana con una Funky Session -miércoles 26- a cargo de DJ Eneko (Crown Music) y DJ Paulo Sousa (Portugal). Ya en marzo, el nuevo escenario acogerá las propuestas de Primos de Sangre, Fran Evolution y DJ Xapi (sábado 1 de marzo); Mr. Coke, Saner, De la Jungla+Manos Sucias (viernes 7); la velada Underground Night (viernes 14), en la que confluirán formaciones procedentes de Granada, Cartagena y Vitoria, como El niñatodel14, Cremakemá, Gran Reserva, El Dúo Fumón y Mandarina Madness. Viviane da Silva+DJ Bubba (21 de marzo); los gaditanos Combustión Lenta (11 de abril) y Fellinos Gang (10 de mayo) completan las actuaciones confirmadas.

Abierto a creadores

Una de las singularidades de esta sala es el ciclo llamado Tu espacio para crear, que pretende dar «cobertura a artistas de todas las disciplinas y estilos, grupos que no pueden permitirse pagar el alquiler una sala», destacan sus responsables. La Ciclotaberna tiene un curioso origen: Ordóñez tenía un taller de bicicletas customizadas -de ahí lo de ciclo- donde, poco a poco, comenzó a vender cervezas y ofrecer música hip hop.