TaitantosTeatro Echegaray

Dirección: Coté Soler.

Autora: Olga Iglesias.

Intérprete: Nuria González.

Taitantos, ese término impreciso que esconde el afán de ocultar la edad real de una persona, es el título del monólogo que presentó la malagueña Nuria González en el Teatro Echegaray. Una mujer en edad madura, que no hace nunca referencia concreta a su edad, es la creadora y protagonista de un blog de moda donde aconseja a otras mujeres. La bloguera ha alcanzado popularidad con sus intervenciones y es una mujer de éxito y glamur. Pero entre todos los correos y mensajes que recibe de felicitación y admiración, uno le viene a decir algo así como viejuna. Esta mínima crítica le hace replantearse la realidad, al principio ignorándola, luego con sarcástica defensa.

A raíz de esto el monólogo se desarrolla en una vertiginosa sucesión de desastres y anécdotas posibles a cualquiera y que por eso son fácilmente reconocibles. Podría parecer que están al límite, que son exagerados, pero lo cierto es que a veces llegamos a hacer tanto el ridículo que aquí bien cabe lo de que la realidad supera a la ficción. Y ahí exponiéndonos el personaje está Nuria González, una actriz muy conocida por sus populares intervenciones en series televisivas y sus apariciones como monologuista de stand up. Pero una actriz. Y además una intérprete que derrocha cercanía y conecta fácilmente con un espectador que se deja subyugar por esa manera irónica y llena de gracia, sin ningún apego al ridículo, con que nos cuenta en primera persona los avatares de su personaje. Engancha -eso también, con la base de un estupendo texto- al público, hablándole a la cara y mirándolo directamente con esa su hermosa mirada. La protagonista habla de que su error ha sido intentar gustar a los demás durante toda su vida, y no sé si como persona es bueno o malo, en todo caso sería malo si éste ha sido el único motivo de existencia; pero lo cierto es que eso es lo que mueve a un actor, intentar agradar a los demás con su trabajo (al menos uno bueno, el otro sólo intentaría agradarse a sí mismo), y Nuria lo consigue, porque lo es, es una muy buena intérprete.