­Crear focos de atracción cultural en la ciudad de Málaga más allá del centro histórico, en la línea de lo hecho hasta el momento en la zona oeste, con Tabacalera como principal ejemplo, es el objetivo del Ayuntamiento de cara a los próximos años. Un desarrollo en torno a la cultura que de forma natural llevaría aparejado un crecimiento comercial.

El concejal de Cultura, Turismo y Deporte, Damián Caneda, subraya que «lo ideal es que la cultura se vaya hacia los barrios y haya otros focos de atracción», incidiendo en el modelo de la antigua Tabacalera, donde se encuentra el Museo Automovilístico y donde se prevén otros espacios dedicados al arte, y también en el de La Térmica, dependiente de la Diputación. En este punto, considera que sería «ideal» tener un centro cultural en las zonas este y norte de la ciudad. Todo ello para que «a través de la cultura y el turismo se impregne el desarrollo de los próximos 10 años de la ciudad de Málaga», señaló en una entrevista concedida a Europa Press.

Según el responsable municipal de Cultura, «igual que el desarrollo cultural del centro ha servido para su crecimiento, ese modelo puede irradiar hacia otros distritos, según una evolución natural». Eso sí, pasando siempre por «una combinación de la oferta pública y la privada».

No se trata tanto de crear un gran equipamiento cultural, sino de aprovechar los espacios con los que se cuenta, indicó Caneda. Así, en el caso de Ciudad Jardín por ejemplo, señaló el Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra o el Parque de la Alegría, en torno a los cuales se podrían establecer «numerosas actividades».

Respecto a El Palo, se refirió al edificio en el que se encuentra actualmente el Centro de Español para Extranjeros de la Universidad de Málaga (UMA) -con anterioridad, la antigua Facultad de Relaciones Laborales- e informó de que espera llegar a un acuerdo con la entidad académica para usarlo como teatro y centro de actuaciones y presentaciones. «Es un sitio fantástico, un magnífico centro cultural para irradiar cultura».

En suma, el trabajo de su área pasa por potenciar que «somos una ciudad de museos, buscando la excelencia», donde en primer lugar se situaría la Casa Natal de Picasso, por su carácter único, y el resto de espacios, «grandes y pequeños», mencionando el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Málaga, el Thyssen, el futuro Centro Pompidou, el Museo Automovilístico o el del Vidrio y Cristal. Pero también presta especial atención a «lograr la participación y la implicación de los ciudadanos». Una cuestión en la que el Ayuntamiento de la capital malagueña lleva ya años trabajando. Así pone como ejemplos iniciativas del tipo del Entorno Thyssen, el Festival de Málaga. Cine Español, los programas Teatro y Cine en los Distritos, las actividades de las bibliotecas municipales o los talleres del Área de Educación.

Precisamente, lograr la implicación de la ciudadanía es uno de los aspectos valorados para ser Capital Europea de la Cultura, una distinción a la que Málaga aspiró de cara a 2016 y que, finalmente, se llevó San Sebastián. Esa experiencia, según Caneda, «permitió reflexionar y consiguió despertar la inquietud».