­¿En qué momento decide que la de Fabio era una historia que había que contar?

No lo decido yo. Quien decide cuándo hay que contar su historia es el propio protagonista, Fabio. Yo, como espectador, cuando veo a personas que merecen la pena y tienen vidas ejemplares, como la de Fabio, pues saco mi afán de querer compartir con el resto del mundo su historia.

¿Qué papel jugó McNamara en la Movida?

McNamara ha jugado un papel muy importante en muchos aspectos, no solo en la Movida. Jugó un papel muy importante en Ciudad Pegaso, cuando era pequeño; en los setenta, al final de la dictadura de Franco; de los ochenta y juega un papel muy importante a día de hoy. Y eso es lo que nos gusta de Fabio. Este libro, afortunadamente, es un libro vivo. No es un libro póstumo. Por eso se decidió escribirlo en primera persona. Fabiografía es el reflejo de una persona única.

¿Y no cree que merece un mayor reconocimiento?

Fabio no busca el reconocimiento. Además, el reconocimiento se basa en uno mismo. Yo hago las cosas para reconocerme a mí mismo. Si después me reconocen 25.000 personas, pues bienvenido sea. Pero si no lo hacen, pues mientras me reconozca yo, me quedaré tranquilo.

Aunque Almodóvar, compañero de Fabio, sí que ha desarrollado una fulgurante carrera.

Bueno, pero porque Almodóvar ha tenido una carrera diferente. Pero, ¿quién es mejor, Almodóvar o Fabio? Fabio es un artista único y nada corrompido. No se debe a la industria ni al mainstream. En el año 2000 Fabio grabó con Luis Miguélez el disco Rock station, que para mí, y para todo el mundo, está considerado uno de los mejores discos de rock de este país. Y cuando le propusieron una millonada para hacer una gira, pues Fabio decidió que no la hacía. A veces se cree que el reconocimiento es la visión que los demás tienen de uno. Como les ocurre a los de Operación Triunfo, que ya no existe, o La Voz, que dicen que si no cantan se mueren. ¡Mentira, hija de la gran puta! Si quieres cantar, puedes hacerlo en cualquier sitio. Te mueres si no llenas un Palacio de los Deportes. Y eso es lo que diferencia a un artistas como Fabio de otro tipo de artistas. Con esto no digo que uno sea mejor que otro, pero no se puede basar el reconocimiento en cifras.

Fabiografía no huye de lo nada fácil y a veces tortuosa vida de su protagonista.

Fabio es profesional hasta en eso. En el momento en el que decide darme el «sí, quiero» para escribir su biografía, él se ha abierto en canal. Y las biografías se escriben cuando el protagonista quiere contar todo. Y él lo ha contado todo. Fabio es dueño de su vida. Y es dueño de su vida para bien y para mal. Y como bien sabes han habido episodios muy dramáticos en la vida de Fabio por su adicción a las drogas. Pero lo más importante es que, incluso en esos momentos, él nunca ha perdido su actitud vital ante la vida. Además es una persona nada dogmática y nada victimista.

Fabio vive ahora refugiado en el catolicismo. ¿Qué supone la religión en su vida?

Tendrías que preguntárselo a él. Pero creo que la religión juega un papel muy vital y muy fundamental en su día a día. Hay que aplaudir todo lo que te haga bien. Y si a él le hace bien ir a misa todos los días y comulgar, quiénes somos los demás para cuestionar absolutamente nada. Fabio además es muy grande. No solo es el Fabio de la Movida, ni el Fabio cantando Quiero ser mamá junto a Almodóvar, ni el Fabio de misa de todos los días. El problema es que no se le conoce... Además, es una persona muy reservada y muy tímida, a pesar de su imagen extrovertida y alocada.

La gente anda muy desencantada con la política. ¿Le pasa lo mismo?

Yo estoy desencantado si no me entra un pantalón de la talla 32. A mí la política me da igual. No soy un inconsciente. Obviamente me preocupan las adversidades sociales y políticas. Pero yo soy mucho de tirar para adelante. No me gusta nada el victimismo y el quejarme por quejarme. Claro que me preocupa la situación de personas de 50 o 60 años que, después de haber trabajado mucho y diseñado su vida, se encuentran en el paro de la noche a la mañana. Y eso me entristece y me enfada muchísimo. Pero creo que no pasa nada con la gente joven que está en paro. Que tienen que tirar para adelante, como lo hemos hecho todos.

Como siempre huye de lo políticamente correcto, estará encantado con que Esperanza Aguirre aparque donde quiera e ignore a la policía...

A mí se me ha llamado ultraderechista porque en todo momento he dicho que Esperanza Aguirre me parece una buena política. Pero cuando digo esto no estoy diciendo que esté a favor de todo lo que ella haga.

Pablo Sycet y Mario Vaquerizo hablan sobre la muestra: