El futuro Centro Pompidou en Málaga se va concretando a buena velocidad. La Gerencia Municipal de Urbanismo aprobó ayer el proyecto de transformación de los 6.300 metros cuadrados cedidos en la esquina del puerto en una delegación de la institución cultural francesa. El objetivo es correr con los plazos y que las obras comiencen tras el verano, con seis meses de plazo. El año 2015 se ha marcado para la apertura de este centro cultural y, si es antes de mayo, mejor. Las elecciones municipales serán la próximas primavera y el tirón de este proyecto puede ser clave.

Sin embargo, todavía quedan incógnitas por desvelar. El coste de la operación es una de ellas. Grosso modo el coste asciende a unos 15 millones de euros, aunque todavía quedan por sumar algunos conceptos que se conocerán con el funcionamiento habitual de este centro cultural.

Las cuentas

El grueso del presupuesto se destinará a dos conceptos. Por un lado está la obra para adaptar el actual espacio, con un acabado de obra, en un espacio expositivo de primer orden y con los servicios requeridos para este tipo de institución. El presupuesto asciende a 5,1 millones de euros, en un proyecto en el que no se quiere dejar nada al azar. Técnicos del Centro Pompidou de París y el Ministerio de Cultura francés han estado encima de él para asegurar que se ajusta a las normas museísticas internacionales. A esto habrá que sumar cerca de un millón de euros para el proyecto museológico, consistente en la distribución de las piezas. No obstante, Urbanismo insiste en que esta inversión se podrá financiar con la bajada del presupuesto de licitación que ofrezcan las constructoras.

El segundo gran bloque de los costes corresponde al canon anual que se abonará al Centro Pompidou por acoger 70 cuadros en muestra permanente y una exposición temporal al año. Este pago suma otros 5 millones de euros, a razón de un millón por año de vigencia del acuerdo.

Hasta ahí los gastos fijos, ya que hay una serie de conceptos que están por definir y que aumentarán el coste de la operación para el Ayuntamiento. El acuerdo con el Centro Pompidou incluye que sea el Consistorio quien asuma los gastos de mantenimiento de esta infraestructura, lo que incluye personal, limpieza, seguridad y seguros.

A esto habrá que sumar los costes de transporte, embalaje y seguros de las exposiciones temporales que se montarán cada año y que también corren a cargo de la ciudad. No obstante, un cálculo por lo bajo estima que cada muestra supondría un desembolso que rondaría unos 300.000 euros, es decir 1,5 millones de euros al año. Como poco.

Por último hay otro elemento que se sumará a las cuentas del Cubo. El Ayuntamiento tendrá que abonar el correspondiente canon al puerto de Málaga por el uso de este espacio, estimado en 315.000 euros al año, sumando otros 1,57 millones durante los cinco años de presencia del Centro Pompidou. Es verdad que este dinero no se aportará directamente, sino que se descontará de los 800.000 euros que debe abonar el puerto en concepto del IBI, lo que suaviza el golpe.

La pregunta, una vez vistas las cuentas, es si estos costes son altos o no. Quitando el desembolso inicial de la transformación del edificio, y a falta de conocer a cuánto ascenderá el mantenimiento anual, el coste rondaría los 1,6 millones de euros (correspondiente a montar una exposición temporal, el canon al Pompidou y el canon al puerto). Ahora bien, el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Málaga cuesta a la ciudad 3,2 millones de euros al año y el Museo Thyssen tiene una aportación municipal de 2,1 millones.

Patrocinio

La baza municipal será el patrocinio cultural. Unicaja está llamada a ser una pieza clave en esta operación, aunque por ahora no se ha comprometido a ninguna aportación concreta. Además, queda la incorporación de empresas que quieran ligar su marca al prestigio que aporta el Centro Pompidou, incorporándose como patronos a cambio de aportaciones económicas que permitan sufragar estos gastos.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ya se ha referido a esta posibilidad en varias ocasiones, apuntando a grandes empresas españolas con intereses en Francia y al revés, empresas galas que tengan negocio en España.

El propio ejemplo del Centro Pompidou, que cuenta con quince grandes empresas entre sus mecenas principales, como Samsung, Yves Rocher, Grupo Lafayette, Total y Orange, entre otros. Además, cuenta con otras 19 empresas como colaboradoras que hacen aportaciones menores o puntuales, pero que sirven para aliviar las cuentas de esta institución.