Aumentar el número de abonados y mejorar la excelencia musical de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM). Ése es el doble reto que se ha impuesto el nuevo director titular y artístico del conjunto, Manuel Hernández Silva, que presentó ayer la programación 2014-15, su primera como batuta titular en nuestra ciudad. Un ciclo de conciertos, que comienza el 3 de octubre con Rachmaninov y Dvorak y concluye el 13 de junio con Beethoven, Mozart y Shostakovich, que, sobre todo, en palabras del venezolano, es «una apuesta por el público».

Y es que la intención de los quince recitales que componen el abono de la OFM es muy clara: «Espero y deseo que la programación sea del gusto de todos, pido que confíen en nosotros y se acerquen a vernos. Invito al público malagueño a que escuche a su orquesta y se sienta orgulloso de ella», expresó Hernández Silva, quien, eso sí, dice que lo suyo no son los milagros ni la magia: «Me gano la vida con una varita pero no es mágica, no soy Harry Potter». Damián Caneda se mostró convencido de que la nueva etapa de la Filarmónica continuará «la senda de la recuperación» de la pasada temporada, en la que el número de abonados experimentó un ligero repunte tras años de caída libre sin control.

El de la Temporada 2014-15 será un ciclo consagrado a los grandes clásicos, con concretísimas paradas en la música del XX -tradicionalmente considerada como más difícil y menos del gusto popular-. Hernández Silva lo tiene claro: «Yo no puedo descolgar Las Meninas del Prado, no puedo privar a las nuevas generaciones de sentarse en un patio de butacas y oír la Quinta de Beethoven, como yo sí tuve la oportunidad en su momento». Pero no desesperen los melómanos amantes de la atonalidad y los timbres más experimentales: «La música de nueva creación va a tener presencia en el futuro», avanzó el batuta de la OFM.

Solistas contrastados como Asier Polo, Javier Perianes, la cantaora malagueña Rocío Bazán y el violinista también local Jesús Reina jalonan la agenda de la OFM, que busca constantemente el guiño a los talentos de la tierra -a pesar de la ausencia, en el abono, del Coro de la Ópera de Málaga, que sí participará en el Mesías de Haendel en Navidad-: «Hay que aprovechar todos nuestros recursos artísticos para que los nuestros se queden en casa».

El nuevo director de la Filarmónica hizo especial hincapié en el valor del Ciclo de Conciertos de Cámara -única actividad en el off de la OFM junto a la Filarmónica Frente al Mar tras la desaparición del Ciclo de Música Contemporánea y el Ciclo de Música Antigua-, en que intervendrán, entre otros, Accademia del Piacere, Javier Perianes y Trío Círculo. «Es una verdadera maravilla, nada común en orquestas como la nuestra. Supone la garantía de sanidad sonora para una orquesta, puesto que este repertorio requiere de una disciplina que luego cada instrumentista aporta a su orquesta», argumentó Hernández Silva.

En cuanto al ciclo La Filarmónica Frente al Mar, que alcanza su tercera edición, seguirá teniendo el propósito básico de crear afición a través de programas «de interés general» interpretados por jóvenes talentos. Es una especie de semillero, de vivero, que ya ofrece resultados: el año pasado, Ángel Sanzo maravilló en el Auditorio Edgar Neville en un recital que le valió ser invitado este año al abono de la OFM en el Cervantes.

Los abonos se podrán adquirir en las taquillas del Teatro Cervantes los días 9 y 10 de septiembre, de 11.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.30 horas. Previamente, desde el 15 de julio, el teatro colgará en su web el plano con las localidades disponibles. Los abonos generales mantienen un descuento del 20 por ciento en el precio de las localidades, y el de mayores de 65 años un 50 por ciento. Además, se oferta un abono joven para menores de 26 años, por un precio de 60 euros que incluye los quince conciertos de la temporada de la OFM.