El consolidado rapero valenciano vuelve a Málaga seis meses después para asistir a la tercera edición del FAT (próximo sábado 26 de julio, a partir de las 18.30 horas). Confiesa que su directo estará compuesto casi en su totalidad por canciones de rap clásicas. Aunque habrá «alguna sorpresa con el slam (poesía oral interpretada)», un género prácticamente desconocido en España con el que Nach convive y trata en Los viajes inmóviles.

En diciembre del año pasado ya estuvo en Málaga y presentó una canción del nuevo disco. ¿Habrá sorpresas en el FAT? ¿Alguna colaboración con Rayden?

Canciones del nuevo álbum en este festival meteremos poquitas. Habrá alguna sorpresa con el slam. También te digo que todavía no he pensado en el set, pero será en su totalidad de rap: canciones antiguas, alguna de Mejor que el silencio. Pues si me llama y me comenta lo de la colaboración, por mí encantado.

Muchos recuerdan al Nach pletórico de Desafío. ¿Ha sido muy complicado seguir adelante ahora que la industria de la música vive su peor momento?

A lo largo de mi carrera he vivido multitud de altibajos, momentos de alegría, momentos de descubrimiento o autorrealización. Ha sido un camino largo, de diez años, en el que nunca sabes donde te va a llevar la música. Mi manager y yo hemos hecho buen equipo y siempre hemos tenido claro muy claro quiénes somos y lo que queremos hacer. El micro sigue apasionándome. Esto se llama intentar hacer música y es lo que hay.

Desde que empezó a rapear nunca había cambiado de registro, cosa que hace en este nuevo álbum con la poesía oral. ¿Crees que tendrá tan buena acogida como tus trabajos de rap?

Hay público que lo ha rechazado y público que lo ha aceptado. Yo entiendo que es un disco complicado y no apto para todos, nunca se ha hecho nada parecido. Eso es bueno y malo a la vez. Hay mucha gente a la que no le va a gustar el disco y eso es producto de la experimentación.

¿Entonces, está satisfecho con el resultado?

Sí, yo con este disco he aprendido a disfrutar de otras vías. Era algo que yo necesitaba hacer. Sé que mi sitio está en el rap. De hecho estoy preparando mi nuevo trabajo de rap. Gracias a Los viajes inmóviles he salido de la zona de confort. No le voy a girar la cara a esta oportunidad y dejar de sacar un disco diferente.

¿Y por qué ahora?

Pues tiene que ver con mi dirección jazzistíca. Yo llego siguiendo el slam -una manera de dar vida al formato de recital de micrófono abierto- desde hace muchos años.

¿Cuánto tiempo le ha llevado elaborar este trabajo?

Han sido un par de años componiendo y viajando en avión y furgoneta. Me gusta escuchar slam mientras viajo para reflexionar y viajar mentalmente. A partir de ahí surgieron algunas letras en mi cabeza. Las apuntaba en el móvil o en alguna libreta. Conocí a Moisés P. Sánchez (pianista de jazz). Todos esas circunstancias se dieron y surgió.

¿Se plantea escribir un libro de poesía, por ejemplo?

Tengo escritos bastantes poemas. Ahora mismo lo tengo aparcado, pero editaré algo en su momento. También te digo que no me veo preparado todavía.

He leído que estudió Sociología.

Sí, fue una carrera que hice porque me interesaba y me inquietaba en su momento. Para mí es una inquietud ante la sociedad, que es la que me ha hecho dedicarme a la música y a estudiar Sociología.

¿Qué políticos le inspiran ahora mismo para escribir una canción? ¿Wert? ¿Rubalcaba?

Esa pregunta es muy complicada. Hay un cúmulo de cosas que tú vas viendo. Cosas que le pasa a colegas tuyos, cosas que lees en el periódico, cosas que suceden en Valencia a nivel político y social que me parecen injustas y repulsivas.

Para algunos escuchar sus canciones al final del día es una especie de terapia. ¿Qué hace en sus ratos libres para evadirse además de escribir?

Últimamente voy a correr un montón porque me despejo mucho. La playa, el baloncesto, ver series, muchas más que películas. Ahora mismo estoy aprovechando para ver a mis colegas en Alicante. Hay veces que necesito desconectar de la música más allá del rap.

¿Y la popularidad le deja llevar una vida normal en su tierra?

He dejado de salir tanto a determinados sitios porque hay demasiada gente y no me apetece meterme en el meollo, con tantas personas a tu alrededor pendiente de ti.

En Málaga también hay playa, así que tendrá ganas de venir, ¿no?

Siempre que voy al sur tengo como un puntito de «¡ay, qué guay!». Además, es un tipo de clima muy parecido al mío, la gente es simpática, abierta y muy simpática. Espero que disfruten con el concierto tanto como yo.