El último cigarro. El último cubata. El último jueves noche hasta las cinco de la mañana. Para Airbag siempre es el «último trabajo» hasta que vuelven a los ensayos para ponerse manos a la obra con otro álbum. «Este disco hay que hacerlo genial porque va a ser el último». Eso pensaron Adolfo, Pepillo y José Andrés en su momento dándole forma a los 14 temas que conforman Ensamble Cohete, el segundo trabajo del trío esteponero. Desde entonces han pasado 11 años, han sacado tres largos más y van a por el sexto.

«Cuando acabamos de grabar Manual de montaña rusa, en 2011, nos pusimos a componer enseguida estos temas», relata Díaz. La banda, que consigue mantener un sonido fresco a pesar del paso del tiempo, se ha vuelto «más exigente» con los años y así, en caso de hacer un «elepé malo», preferirían despedirse «dignamente», explica entre risas el encargado de aporrear la batería y dirigir el tempo.

Las nuevas canciones suenan a viejo y, claro, a nuevo. Quizá el repertorio «más heterogéneo», según cuenta el cantante. Desde cortes punkarras que recuerdan a los Airbag más primigéneos, pasando por las baladas pop, hasta llegar a los medios tiempos power pop. «A medida que te haces mayor te salen temas más lentos, pero no vamos a sacar un trabajo lleno de baladas. Sería un coñazo», confiesa el bajista. Este nuevo álbum va a estar salpicado por «un ramalazo de la primera época (Mondo Cretino)», temas más pop e, incluso, alguno que otro con un toque «garagero», dicen. Sin embargo, en el anterior trabajo a la banda malagueña le apetecía hacer un disco «más cuidado en detalles», «más limpio». «Sobre todo «más accesible al oído», desgrana la voz del conjunto.

Otra de las curiosidades del nuevo cedé es que el grupo, que tiende a meter muchas frases en piezas muy rápidas (algo típico en canciones de punk), ha compuesto «canciones lentas con estrofas muy largas». Algo que, a priori, puede sorprender al público fiel de estos tres esteponeros.

Letras

«Estamos partiéndonos la cabeza con las letras, como siempre todo (letras, títulos de canciones) está sujeto a cambios hasta que no grabemos el disco», declara Pepillo. En este nuevo trabajo hay de todo. «Hawai habla sobre el conformismo y apatía que se vive entre la juventud, que no se arriesga», explica la voz del reconocido conjunto. También hay espacio para la reflexión sobre los cambios de personalidad en las amistades:«Hay un tema en el que hacemos un simil con la película La invasión de los ladrones de cuerpos. Y así explicamos como algunos amigos terminan pareciendo de otro planeta a pesar de ser completamente idénticos, físicamente hablando, a cuando los conocimos», confiesa Díaz entre risas. Tampoco se olvidarán de meter algún que otro tema sobre amor y desamor.

En el fondo los miembros de Airbag se siente todavía como si tuvieran «18 años»: «Yo sigo escuchando música de los 90», recalca Adolfo, que confiesa no gustar de los nuevos grupos «modernos». Aún así, «es difícil seguir manteniendo la esencia del grupo», confiesa Pepillo, que se declara «muy fan» de los discos que han sacado.

Las caras de niños se han desdibujado con el tiempo y sus vidas han cambiado desde que ensayaran en el campo de la abuela del bajista, pero sus canciones conservan todavía la frescura de una banda de quinceañeros locos por la música. Seguramente sea el útimo disco hasta que la inspiracion toque a su puerta, y a sus cabezas, en las que el verano más que una estación pasajera, es un estado de ánimo constante que les empuja a componer día sí, día también.