­­Rocío es una cantaora ejemplar, creativa y espontánea porque desde muy pequeña conoce los secretos de los escenarios y tiene la suficiente fuerza y garra para trasmitir al publico mas exigente, la profundidad de sus cantes. Bazán regresa a Málaga por partida doble en un momento de su carrera en la que asegura haber alcanzado su madurez profesional. La primera de estas cintas será junto a la OFM los próximos viernes (20.30) y sábado (20.00) en el Cervantes. La otra tendrá lugar en el Teatro Echegaray el 21 de noviembre.

Participa en El Amor Brujo con la Orquesta Filarmónica de Málaga en el Teatro Cervantes, después de hacerlo en ciudades como Nueva York. ¿Qué van a encontrar los malagueños en esta obra y cual va a ser su aportación a ella?

Bueno, partiendo de la base que El Amor Brujo es una composición del maestro Manuel de Falla y sabiendo el amor que éste sentía por el flamenco, los malagueños podrán disfrutar de una obra creada desde el punto vista de la música clásica pero que nace desde las mismas entrañas de la música popular andaluza. Falla creó esta partitura para la voz solista flamenca de Pastora Imperio y yo me siento muy identificada en ese papel, puesto que llevo desempeñándolo desde hace muchos años. Lo que yo hago es poner mi sentir flamenco al servicio de esta gran obra que sigue mas viva que nunca cuando está a punto de cumplirse el centenario de su creación.

¿Cuál ha sido el reto más difícil de este espectáculo?

En mi caso el reto ha sido doble. He tenido la oportunidad de interpretar El Amor Brujo formando parte de dos conceptos distintos. El teatral, donde el protagonismo escénico se centra en la interpretación de los personajes del libreto a través de la danza, en una producción de Rojas y Rodríguez junto a los maestros Antonio Canales y Lola Greco. Y también he podido interpretarlo recientemente con el Ballet Contemporáneo neoyorquino Peridance. El segundo concepto es el puramente clásico, donde mi interpretación es ponerle voz a las canciones que forman parte de la obra, que es el que voy a hacer con la Filarmónica de Málaga en el Teatro Cervantes.

Es usted una de las voces flamencas malagueñas más consagradas y ya son muchos años en los escenarios. ¿En qué momento de su carrera se encuentra?

Han transcurrido ya unos años desde que gané el Giraldillo en la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla y algunos premios importantes en el Festival del Cante de las Minas de la Unión, además de cantar en algunos de los mejores teatros de las ciudades más importantes del mundo, como Chicago, Pekín, Londres, Moscú y Buenos Aires, entre muchas otras, y de representar a la Marca España en el Parlamento Europeo. Hoy puedo decir que me siento con más ganas que nunca de llevar mi cante y el nombre de mi tierra, Málaga, a todos los rincones del planeta. Desde mi niñez, el flamenco le ha dado sentido a mi vida y no la concibo de otro modo que no sea cantando.

¿En tiempos de crisis, anda sobrada de ilusión?

Ahora mismo soy consciente de los graves problemas por los que atraviesa el mundo de la cultura y la sociedad en general, pero no quiero dejar de disfrutar de todas las cosas buenas que el flamenco me está devolviendo, pues la mía es una vida por y para el cante.

¿Qué ha cambiado en el flamenco de Rocío Bazán desde sus comienzos hasta hoy?

Te puedo hablar de las cosas que han cambiado y también de las que no. Con los años he ido adquiriendo un conocimiento que solo se aprende con el tiempo, y madurando las cualidades vocales con las que nací, además de depurar mi técnica interpretativa. Lo que no ha cambiado ha sido el torrente emocional, casi a punto de desbordarse, que siempre ha tenido mi personalidad cantaora. Todo ello gracias a las profundas experiencias vividas junto a grandes artistas como Mario Maya, Juan Peña El Lebrijano, Cristina Hoyos, el maestro Fosforito y Chano Lobato, entre muchos otros.

En noviembre volverá a Málaga con una producción propia. ¿Qué podría decirnos del espectáculo Desde el alma hasta la Boca?

Sí, después de estrenar mi nuevo espectáculo, Desde el alma hasta la boca, en los jueves flamencos de Sevilla y en el Festival Suma Flamenca de la Comunidad de Madrid, con gran éxito de público y crítica, deseo mostrar al público malagueño mi primera creación escénica flamenca.