Traerá un espectáculo que surge de su vida y gustos personales.

Es un acto psicomágico, una especie de exorcismo mío personal, la realización de un sueño y tiene que ver con que la música es algo que salvó mi vida y nadie lo supo, solamente yo. Y ahora, que casi estoy a punto de cumplir los cuarenta, he querido hacerle el homenaje que se merece esos intérpretes y canciones. Porque precisamente, a lo que siempre he querido dedicarme es a la música toda la vida. Soy actor por las canciones, y si entiendo un texto es porque me crea una atmósfera musical interna. Todo tiene que ver con eso.

¿Incluye momentos importantes de su vida personal?

Sí, porque necesitaba homenajear a mi madre, que se fue hace ya casi ocho años. A mi padre, a mi infancia, y denunciar ciertas cosas que les ocurren a muchos niños hoy en día en el colegio como el bullying, que yo lo viví descarnadamente. Y fue decisivo para querer ser actor y cambiar el mundo. He intentado transmitir este mensaje para, de alguna manera, trata de cerrar el círculo, sentirme orgulloso de mí mismo para estar tranquilo de una vez. No sentirme jamás ninguneado, sino pensar que he hecho algo bueno con mi vida. Pero, sobre todo, he querido transmitir un mensaje para que los demás hagan lo mismo. Porque creo que es muy necesario en este momento, tal y como estamos.

¿Atravesamos por una época especialmente frustrante?

Creo que están transmitiéndonos una falta de confianza en nosotros mismos, pensando que no somos capaces de cambiar nuestras vidas y que la manejan los demás. Me gusta mandar el mensaje de que los sueños se cumplen, que todo es posible, que hay que conocerse a uno mismo, quererse, y defender tus sueños por ridículo que parezca. Y la música para mí era el principal medio. Esto es, de alguna manera El intérprete, porque no me gusta definirlo, ni colocarlo en ningún lugar.

¿Hasta qué punto su infancia le han marcado en su profesión?

Yo me dedico a esto por la necesidad de estar más allá de la mierda que me rodeaba. Por tener que explorar en mi mundo imaginario al quedarme solo jugando porque el resto de los niños eran muy crueles. Pero no hay mal que por bien no venga. Lo que quiero transmitir es que toda la mierda sale algo positivo, y que todos tenemos este poder transformador, sólo hay que saber cómo hacerlo, trabajar en ello, quererse mucho a uno mismo. Ese es el mensaje principal de la obra. Y que es un show desde un lugar de placer absoluto. Yo soy un hedonista y me gusta hacer un homenaje al placer como intérprete.

¿El show conecta con su pasado como cantante?

Siempre he estado ligado a la música. Llevo con bandas de rock and roll, electrónica, rhythm and blues, etc, desde que tenía 16 años. En Bilbao, Madrid, etc, aunque nunca fue comercializado, y eso me lleva a muchas más cosas que tienen que ver con ser artista.

Los temas son absolutamente variados.

Yo no juzgo la música, ni la prejuzgo. Me fascina toda la música que sea honesta y me gusta desde el rock and roll, el pop, al reggae, la música de cantautor, la electrónica, drum n’ bass, el hardcore, la música clásica. Quería hacer un homenaje a las canciones que me enseñaron mis padres de pequeño y que luego fui descubriendo yo solo. Todas ellas era una manera de encontrarme a mí mismo. Este es el trabajo más honesto que he hecho en mi vida. El tipo de trabajo que sé hacer mejor. Todo puede ocurrir, pero mis amigos invisibles son el público. Se junta la imaginación con la realidad.

Y ahora acaba de terminar varios proyectos a la vez...

He hecho tres películas este año, estoy en la serie Velvet, y con esta gira. Ha sido un año muy intenso, muy estresante. Ahora mismo lo que me está ardiendo es dirigir, la creación desde atrás.

A pesar de la política de recortes y la subida del IVA.

La cultura y el arte es como el agua. Por mucho que tu intentes pararla poniendo diques o muros, la humedad siempre sale. Y nosotros vamos a seguir saliendo porque la cultura lleva con nosotros desde nuestros ancestros por una necesidad emocional del ser humano. España es un país de borregos, aunque se me vaya a criticar por eso. Que no entienden que la cultura te da una empatía brutal para entender al de enfrente.