"La gente en Málaga es auténtica; el olé que te dicen es de corazón"

Qué honor debió ser cantar el himno de Andalucía...

Un gran honor y una gran responsabilidad; de hecho, cuando me llamaron no me lo creía... Me parece algo tan grande, algo tan nuestro, que en un primer momento pensé: ¿Estaré a la altura? ¿Le daré a Andalucía la grandeza que Andalucía tiene? No sé si lo logré pero sí que lo hice con todo el corazón y el amor del mundo. Y que a la gente le haya llegado y me lo comenten, es para mí una gran satisfacción. Tenía claro que el guitarrista tenía que ser uno de los que siempre han venido conmigo o bien Curro de María o bien Andrés Cansino. Finalmente fue Andrés. El violonchelo y el violín lo eligieron a través de la Orquesta Sinfónica de Sevilla.

¿Cómo y cuándo aprendiste el himno?

Desde pequeña, en el colegio... No lo siento como algo político, sino como algo cultural, algo nuestro, de nuestras tradiciones...

Otros cantaores tienen la superstición de no cantar peteneras porque dicen que trae mala suerte, a usted no sólo no se la da, sino que se la trae buenísima.

La petenera es uno de los cantes que más me gustan. No soy supersticiosa y barajé la posibilidad de cantar el himno así, en otro palo flamenco, pero me daba el corazón la petenera, así lo sentí y así lo hice... Espero que haya gustado. Ha sido un atrevimiento,un riesgo pero de los cobardes nunca se ha escrito nada.

¿Cómo definiría este nuevo disco?

Estoy viviendo uno de los momentos más ilusionantes de mi carrera artística. Estoy cumpliendo muchísimos sueños, de hecho por eso el disco se llama así: Soñé. Estoy en una etapa muy bonita, muy emotiva... Han colaborado muchísimos artistas en el disco: Mayte Martín, José de la Tomasa, La Lupi, Juan ramón Caro, Nelson Doblas, Curro de María, David Galiano, Miguel Astorga, Paco Carmona, Daniel Casares y Andrés Cansino. Se lo agradezco a todos mucho y espero que Málaga responda como siempre: con mucho cariño.

¿Alguna sorpresa?

Que Mayte Martín ha tenido la gran generosidad de venir de artista invitada a cantar conmigo.

Su disco se titula «Soñé». ¿Con qué sueña Virginia Gámez?

Con muchísimas cosas... Con que todo el mundo sea feliz. En algunas letras propias, defiendo las cosas auténticas y justas. Las hechas con amor. De vez en cuando me da por componer, tengo una libretilla con letras mías... Me viene de mi padre, que me inculcó el amor por escribir y la literatura...

¿Cuál es el consejo que más repite a sus alumnos?

Que sean ellos mismos siempre. Eso es lo que más respeto. Les intento inculcar lo que siento, todo lo que yo tengo dentro, intento guiarles, respetando su naturaleza cantaora, siendo un poco psicóloga, porque estoy tratando con cantaores que están llenos de sentimientos, de sensaciones, de pasiones... Hay que tener mucha psicología para guiarlos.

Y a la inversa, ¿cuál es el mejor consejo que ha recibido?

Prácticamente los mismos. He tenido la suerte de tener grandes maestros: Pepe Baena, Naranjito de Triana, José de la Tomasa..., que me han inculcado muchísimo respeto al flamenco y a los sentimientos que uno lleva dentro.

¿Cómo ve el flamenco en Málaga?

Está viviendo un buen momento artístico, hay mucha ilusión, muchísimas ganas, muchísima motivación por parte de los artistas. Necesitamos que las instituciones sigan apoyando al flamenco. En este mundo, cualquier ayuda es poca y la que hay la agradecemos mucho. Dios quiera que siga la estela de la Bienal.

¿Cree que faltan tablaos?

Faltan tablaos de los de antaño, de los que tenían sabor... Se echan muchísimo en falta. No ha habido suerte con los pocos que han abierto últimamente; han tenido muchos impedimentos a la hora de las licencias, para insonorizar... Hay que dar más facilidades.

¿Que le parece el público malagueño? ¿Es entendido?

De los más cariñosos y agradecidos que hay. El ´olé´ que te dicen es de corazón, te siguen y te apoyan. Siempre se habla de entendidos o no entendidos y yo pienso que lo que de verdad entiende es el corazón... Si te llega al corazón, tú ya lo has entendido...