La letra pequeña, la que figura en los créditos de los discos, es muchas veces la única prueba de autoría de los compositores, eclipsados por la purpurina escénica de los intérpretes. Mientras estos anhelan la fama, los autores suelen trabajar en la semisombra para lograr encumbrar a artistas inmortales como Elvis o Sinatra.

Para Pablo López, uno de los compositores más exitosos de España (Malú, Bustamante...), es condición indispensable que la canción sea "buena" para que la colaboración entre autor e intérprete llegue a buen puerto. Pues, al final, la canción es la base de todo. Sin la aportación de estos músicos semianónimos, toda la jerarquía de la industria musical se tambalea.

Las ansiadas musas

La inspiración es el punto de partida, pero las musas suelen ser caprichosas y no llegan cuando uno quiere, explica Oke, alias de Javier Orihuela, que ha trabajado para Edurne y Marta Sánchez. "La inspiración puede surgir estando en casa sin hacer nada, al ver una foto o en un club mientras escucho música de fondo. Entonces debo tener preparado el móvil para grabar o escribir lo que me ha venido a la cabeza. A veces surge en los momentos y sitios más absurdos o surrealistas", confiesa.

Otro punto clave en este proceso compositivo es la temática de la canción. "Generalmente mis altibajos emocionales y mi situación sentimental son claves para la inspiración", asegura Oke. En su sentir, además, "hay otra parte muy necesaria para cualquier artista, la indignación con el sistema y las ganas de cambiar las cosas.A veces me da cierto pudor poner en boca de otro algo que he vivido tan de cerca

Con todo, ese enfoque compositivo sufre vaivenes en función del intérprete en cuestión. López lo confirma: "Varía un poco porque a veces me da cierto pudor poner en boca de otro algo que he vivido tan de cerca. No adopto esta actitud cuando escribo para otros".

Entonces, ¿cómo es esta relación entre el autor y el intérprete? ¿Es unidireccional o ambas partes tienen voz y voto?

Pablo López lo resume muy gráficamente: "Trabajo como un sastre, por eso procuro que el tema le quede bien al artista. No sólo musicalmente, buscando tonalidades, colores o armonías que funcionen, sino que líricamente intento investigar en qué momento está de su vida. Hago esta tarea para que lo que vaya a cantar le sea más sencillo y coherente. Intento rayar la excelencia".

En el caso concreto de Oke, escribió tres letras para Edurne en una tarde, aunque "nunca hemos tenido una interacción directa". En cambio, con Marta Sánchez "fuimos perfilando lo que buscaba tras una conversación telefónica".

El compositor Javier Orihuela, que ha trabajado para Edurne y Marta Sánchez, revisa unos trabajos en el estudio de su casa.FOTO: Francis Tsang y Ángeles Ródenas

El punto de identificación con el artista es tal, en el caso de Pablo López, que ha llegado a encontrarse con el caso de que el artista "proponga cambios" al tema original. "Nunca he tenido un ataque de ego, de decir que esta obra es mía y no se toca. En ese momento yo estoy confeccionando un traje, haciendo un trabajo que me dará de comer y, posiblemente, alguna satisfacción. Por eso estoy dispuesto a ponerlo todo para que el intérprete se sienta cómodo y quiera la canción tanto como yo"."Nunca he tenido un ataque de ego, de decir que esta obra es mía y no se toca"

"Aunque haya quien pueda pensar que me siento celoso cuando un tema que he escrito para otro intérprete triunfa, es todo lo contrario", manifiesta Pablo López. "Siento una satisfacción especial -añade- y tiene un punto de atractivo morboso, ya que me ha pasado que algunas personas han hablado conmigo de una canción sin saber que la había escrito yo. Y ese es el juicio más sano y sincero que te puedes echar a la cara: escuchas lo bueno y lo malo sin careta".

Caras del negocio

Ganarse bien la vida componiendo es posible, pero para ello es preciso entrar previamente en "un círculo muy cerrado y repleto de intereses", relata Oke, que se ha mudado a Londres, donde prepara su nuevo EP tras debutar con Retrodisea (2009). "Lamentablemente muchos artistas del top 40 en el Reino Unido tienen trabajos más convencionales para poder sobrevivir, y ocurre lo mismo con los compositores. Así que imagina cómo está la cosa en España".

Los derechos de autor y los royaltis, sin embargo, son una habitual fuente de conflictos. "Cada vez se está dando más el problema de que televisiones y radios no pagan a tiempo, por lo que la SGAE procede a reclamar", apunta López. "Esta es la peor parte", comenta Oke sin tapujos. "Es una guerra de porcentajes, contratos y liquidaciones en la que los sellos y la SGAE básicamente hacen un trabajo nefasto. Para que la gente lo sepa, mis temas de Edurne son de 2010-2011, estamos a 2015 y hace poco más de un mes que uno de esos temas aparece en mi lista de obras de SGAE, así que supongo que en el 2016 cobraré esos royaltis. Y así con todas y cada una de mis composiciones. Espero que la SGAE algún día represente de verdad a los autores en lugar de ser conocida por su corrupción y su choriceo".

Cuadrar el círculo

Además del anonimato, la faceta de compositor tiene otros atractivos. Uno de ellos es que si un disco fracasa, todo el "castigo" recae en el intérprete, como relata Pablo López: "El artista vive en un examen constante del público, la radio y la crítica, algo que no les ocurre a los autores".

Así sucedió con Alive (2013), el segundo LP de la británica Jessie J, quien tras un debut más que prometedor se estrelló en las listas. Pero pocos recuerdan que entre su equipo de compositores se encontraban Sia (Christina Aguilera, Jennifer López, Robbie Williams), Dr. Luke (Britney Spears, Katy Perry, Ke$ha) o Rodney Jerkins (Michael Jackson, Lionel Richie, Whitney Houston)."El artista vive en un examen constante del público, la radio y la crítica."

Incluso en los compositores más reputados, el porcentaje de temas que alcanzan los primeros lugares en las listas es muy reducido. En otras palabras, que es necesario componer mucho para lograr un hit. Y ni tan siquiera así hay garantía de ello. Así, un buen compositor, ¿nace o se hace? "Es algo innato -advierte Oke-, es el don de poder expresar y comunicar con letra y música. Aunque hay que estudiar, practicar y formarse".

Para los compositores, la cuadratura del círculo es el artista total, es decir, que en la misma persona converjan las facetas de autor e intérprete. Como Bob Dylan, Bruce Springsteen, Leonard Cohen, Paul Simon, Patti Smith, Alejandro Sanz, PJ Harvey o Paul McCartney. "Hoy por hoy es tiempo de creadores. No creo que sea una buena época para intérpretes, y no lo digo peyorativamente. El intérprete debe esforzarse al máximo por intentarlo, porque esa época en que venía y decía ´qué tenéis para mí´ ya ha caducado", sostiene López. En el caso de Oke, su punto de vista es todavía más tajante: "Es como ser panadero y no tener la masa madre. Puedes pedirla prestada, pero sabrá al pan de otro".