­Susan Elizabeth Phillips sabe lo que es encontrar el éxito escribiendo de amor. Sus novelas son superventas de inmediato y respetadas dentro de un género al que la crítica sigue sin mirar con buenos ojos. Este lunes, firmó libros en Málaga de su última obra, Los héroes son mi debilidad, en el que ha incorporado un guiño a nuestra tierra: la madre del protagonista es de origen andaluz.

Está en Málaga para presentar su nuevo libro, Los héroes son mi debilidad (Vergara), pero esta vez en la historia además de romance hay un toque de misterio, gótico, que recuerda a Jane Austen, Charlotte Brontë e incluso Georgette Heyer.

Este libro es un tributo a las novelas góticas, tiene referencias a Jane Eyre, a Rebeca, de Daphne du Maurier. Me encantaban ese tipo de novelas cuando era joven. Y ha sido muy divertido coger los elementos de estas historias, con sus casas y héroes misteriosos, que pueden ser villanos, y traerlo todo a los tiempos modernos, desarrollar más los personajes e incluso hacerlos más sexys.

En esta novela vuelve a escoger una pequeña comunidad como escenario de su historia.

Me encanta escribir sobre pueblos pequeños. Este libro se desarrolla en una isla junto a la costa de Maine (EEUU), que durante los inviernos cuando no hay turistas es realmente una comunidad pequeña. Me encanta la idea de una pequeña comunidad, quizá porque me moví mucho cuando era una niña y no crecí con eso. Las grandes ciudades también tienen sus desafíos, ahora estoy escribiendo un nuevo libro que ocurre en Chicago, pero en cierto modo los pueblos pequeños son más atractivos.

¿Diría que es fácil escribir novelas románticas? Es un género precisamente no muy respetado en ciertos ámbitos.

No es fácil para nada. Porque las emociones son complicadas y las grandes historias de amor son novelas sobre mujeres que superan todas las dificultadas para encontrar su fortaleza. Una de las razones por la que los críticos denostan estas historias es porque son novelas feministas, porque son historias que las mujeres quieren leer en contraposición a lo que los hombres quieren leer, pero eso ciertamente ha cambiado en Estados Unidos, donde las universidades tienen estudios académicos sobre las novelas románticas, sobre los temas que tratan, su estructura.

Pero los críticos siguen sin respetar el género, pese a que la literatura debe ser también un vehículo de entretenimiento.

Ahora sí lo respetan. Estas novelas no solo son entretenimiento, también nos podemos reconocer en los protagonistas. La mayoría de lectores son mujeres y muchas de ellas quieren leer historias cruzadas, les gusta leer ficción, novelas negra, romance. Las mujeres son grandes lectoras, así que la audiencia es enorme, esa es una de las claves también para las editoriales. Yo, con mis personajes, lo que quiero es que las lectoras sientan que los conocen, que entiendan sus emociones. Me gusta que mis heroínas sean mujeres que querríamos que fueran nuestras amigas.

¿Y qué tipo de lectoras busca con sus novelas?

Solía decir que mis lectoras eran las mujeres americanas. Pero después de hacer mi primer tour internacional con mis libros me di cuenta de que no era verdad. Mis lectoras son mujeres internacionales, son mujeres que son madres y están en casa, son estudiantes de universidad, profesionales, jubiladas, maestras, doctoras, enfermeras, bibliotecarias€porque a las mujeres les atrae una historia sobre la amistad femenina, sobre el amor. Siempre pienso que estas son las historias que probablemente las mujeres se contarían unas a otras en las cuevas en los tiempos prehistóricos.

¿Las prisas de la sociedad en que vivimos nos han alejado del romance, nos han vuelto más escépticos?

No lo creo. Todos, hombres y mujeres, estamos buscando el amor, y no pienso que eso haya cambiado, es una necesidad básica del ser humano. Las protagonistas de los libros quieren encontrar satisfacción en su trabajo, pero también emocionalmente con la persona que están destinadas a estar. Así somos las mujeres modernas, lo queremos tener todo, aunque no podamos hacerlo.

¿Cómo es su proceso creativo?

Un desastre (risas). ¿Mi proceso creativo? Cuando empiezo no sé lo que voy a escribir, sólo tengo una premisa, algo sobre los personajes, pero no sé nada sobre la historia. Así que comienzo a escribir y a medida que avanza tengo que ir atrás y después sigo y después vuelvo atrás€ Es un lío, pero es así como funciona mi cerebro. Siento que tengo que meterme en la historia antes de que sepa cómo es. No es muy eficiente, pero me gusta el resultado final.

Sus libros tienen tanto éxito que incluso cuenta con una legión de fans con nombre propio: las seppies.

Conectamos mucho a través de Facebook. Y recibo muchos correos de mis lectoras españolas. Siempre me río porque mis seguidoras internacionales que no tienen el inglés como lengua materna me piden disculpas porque su inglés no es muy bueno y ¡es mejor que el de muchos americanos! (risas).

¿Su próximo proyecto?

Estoy escribiendo una nueva entrega de la serie Chicago Stars, aunque dije que no iba a escribir más de esta serie€ Estoy muy emocionada con esta historia.

¿Suele leer novela romántica?

No he estado leyendo muchas novelas puramente románticas últimamente porque me pueden confundir. Pero me gusta leer literatura de ficción de mujeres, como Jayne Ann Krentz, Kristin Hannah, Liane Moriarty o Jojo Moyes. De los clásicos, me quedo con Orgullo y Prejuicio y Jane Eyre. También me gusta leer libros de viajes y libros sobre cocina y restaurantes.

¿Veremos sus libros convertidos en películas?

No. Porque Hollywood no hace los libros, los cambiarían tanto que me enfadarían a mí y a mis lectoras, y éstas se quejarían. No quiero arruinar mis libros, porque al final cada lector tiene una idea en la cabeza.