Jaime Ordóñez es mucho más que un fiel sideman de José Mota y un secundario habitual de Álex de la Iglesia -pronto estrenará la última película del vasco, Mi gran noche-; sus inquietudes creativas le llevan por otros derroteros. Estos días el actor malagueño está rodando su primer largometraje como director, que lleva levantando varios años con el apoyo de colaboradores y amigos. Se trata de una producción absolutamente al margen de la industria -un crowdfunding en el que la gente lo que aporta no es dinero sino su trabajo-, con el título provisional de Los berridos del silencio.

«Yo hago bastantes sugerencias en el programa de José [Mota], algunas que he propuesto se han llevado a cabo», comentó Jaime Ordóñez en una reciente entrevista con El color del cine, charla en la que ofreció más detalles de su debut como realizador: « Algo así como Spanish movie, que parodia otras obras del cine sin mucha lógica. Hay guiños a El Padrino, Depredador, Rambo, El cazador, El silencio de los corderos? Llevo yo la producción, guión y dirección, sin grandes ambiciones, solo con la pretensión de hacer reír». Y todo ello, como asegura el malagueño, «de forma absolutamente kamikaze, sin ningún tipo de ayuda ni subvención».

Hace unas semanas, Ordóñez estuvo rodando en el club de golf de Benalmádena. Quien asistió a la filmación pudo contemplar una tronchante escena que homenajeaba a dos películas, en principio, completamente opuestas: el musical Sonrisas y lágrimas y la bélica La chaqueta metálica. Para saber cómo se han podido engarzar títulos tan dispares habrá que esperar todavía un tanto... Porque Jaime Ordóñez no tiene prisa por acabar su obra -«Llevo muchos años con este proyecto. En realidad, muy poquita gente sabe que lo estoy haciendo», ha comentado-. Aunque, eso sí, asegura que le encantaría poder estrenarlo en su tierra, en ZonaZine, la competición alternativa del Festival de Málaga.Cine Español.