Las rocas de la cantera de Nagüeles de Marbella, que albergan el Festival Starlite, vibraron la pasada noche del martes con la portentosa voz de la cantante norteamericana Anastacia, que puso así punto y final a su Resurecction tour, gira de presentación de su último álbum.

La artista llenó el escenario ya con su primera canción, Left outside alone, dejando claro que con tan solo cuatro músicos, dos coristas y, sobre todo, con una voz portentosa, sin artificios, se puede ofrecer un espectáculo de altura. Muchos se sorprendieron al ver a una Anastacia más pequeña que la imagen que ofrece en las portadas de sus discos y comprobar que de un cuerpo tan pequeño puede salir tal torrente de voz.

«Marbella es un lugar precioso. Muchas gracias por esperarme tanto para verme cantar en directo», agradeció la cantante, que ha estado retirada durante un tiempo por su enfermedad. El título de su último disco responde, según la cantante, a su propio nombre que en griego significa resurrección. Pero cuando lo eligió no sabía que debía enfrentarse, por segunda vez al cáncer. Por eso este disco y este tour tienen ese doble sentido, el revivir de esta gran estrella.La reina del Sprock (mezcla de soul, rock y pop) hizo toda una demostración de este estilo propio al que ella mismo puso nombre. Desde el público le dedicaron en varias ocasiones gritos de «guapa», piropo que ella repetió a lo largo del concierto para animar a sus seguidores.

«Estoy muy feliz de estar aquí y ser una superviviente», dijo emocionada antes de dedicarle al público su canción Stay. La estrella cantó su gran éxito Stupid little things a dúo con Julia, que interpretó a Anastacia en el programa Tu cara me suena.