Desde que Homero escribiera, en el siglo VIII a. C., el poema épico que narra el largo viaje de Ulises, describiendo sus aventuras y desventuras y su regreso a Ítaca, La Odisea ha servido de inspiración para todo tipo de relatos. En esta ocasión la epopeya griega sirve de título a una miniserie compuesta por cuatro historias que, como su nombre indica, Odisea cósmica, acontece en el Universo DC, el ficticio cosmos en el que tienen lugar las entregas de DC Comics. Lo primero que llama la atención es que se trata de una combinación de talentos más que curiosa. Por un lado, un guionista como Jim Starlin, muy conocido por sus obras de opereta espacial con referencias filosóficas, y por otro, los dibujos de Mike Mignola, famoso por crear Hellboy y demás personajes oscuros. Sería demasiado prolijo explicar en qué consiste esta historia, por lo que es mejor hacerlo someramente a través de sus personajes. Todo comienza cuando la insaciable curiosidad de Metron desencadena un ataque de la Antivida contra el universo. Darkseid y los Nuevos Dioses, para savalguardarlo, pactan con un variopinto grupo de superhéroes de la Tierra como Superman, Orión, Starfire, Lightray, Detective Marciano, Linterna Verde, Batman y Forager, a los que se unirán en alguna operación personajes como Jason Blood. Curiosamente Batman y Jason Blood son los únicos humanos en medio de una marea de superhéroes alienígenas, ya que Odisea cósmica es un coctel resultado de combinar lo extraterrestre con lo terrestre, la ciencia ficción con la magia, los artilugios apocalípticos con las maldiciones atávicas y las entidades supra divinas con las razas prehumanas. Entre las novedades que Starlin introduce destacan el convertir la Antivida en una criatura maléfica, hacer que Darkseid aparezca menos musculado que de costumbre, sin que por ello sea menos intimidante, o que Jason Blood se haya convertido en un anciano encorvado de mirada melancólica que anda con la ayuda de un báculo y se ha liberado de sus demonios literalmente, porque ya no está poseído por Etrigan El dibujo de Mignola aparece más luminoso que de costumbre, lo cual se debe seguramente a que ha sido entintado por el colombiano Carlos Garzón que, curiosamente, en vez de arruinar las siniestras atmósferas de Mignola, consigue que se aprecie mejor su elegante y envolvente trazo. El coloreado corre a cargo de un eficaz Steve Oliff, pero que no es lo más brillante de esta historieta. Odisea cósmica contiene unas viñetas de gran belleza, no sólo por su calidad visual, sino por las complejas imágenes conceptuales que plasma y que harán las delicias de todos aquellos que buscan mensajes iniciáticos ocultos en los cómics. Así sucede, por ejemplo, cuando doctor Destino crea el quinteto de poder cósmico junto a Highfather, Darkseid, Orión y Etrigan, formando un pentagrama que se enfrenta a la Antivida. Una obra redonda cuyo elemento más destacable es que, a pesar de la complejidad de su guión, todo está tan bien relatado que consigue ser una entretenida y nada farragosa historia, a diferencia de lo que desgraciadamente sucede con muchas obras de este tipo. El mérito es de Starlin.