La inquietud escénica en Málaga no es ninguna novedad. La ciudad ha sido desde siempre un constante hervidero de propuestas teatrales que, desgraciadamente, han chocado una y otra vez con el mismo muro: no contar con espacios en los que representarse. Poco a poco, esta situación ha ido transformándose con la apertura de nuevos escenarios -la mayoría privados- y la consolidación de un público hambriento de novedades. Desde la esfera pública, los esfuerzos por el fomento de la escena local no han sido tantos, por lo que es de justicia destacar el flamante ciclo de Nuevos Creadores Escénicos que a partir del próximo lunes y durante toda esa semana se celebra en el Teatro Echegaray.

Anita Berber: danzas del vicio, del horror y del éxtasis, una aproximación la mítica actriz y bailarina alemana, será la obra encargada de inaugurar este ciclo el 7 de septiembre, que se completa con los títulos Las presidentas (día 8, 21.00 horas), La charca inútil (miércoles y jueves), Personne (viernes) y el musical Sombras de amor sobre Nueva York (sábado y domingo). Todos ellos tienen su origen en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, donde se han formado los actores y dramaturgos de las compañías participantes.

Aunque la comedia y el musical están presente en varios de los espectáculos que acuden a este ciclo, también destaca la intencionalidad de los creadores de hacer preguntas al patio de butacas e invitar a la reflexión sobre nuestra sociedad. Es el caso de La charca inútil, una obra en la que se pone sobre la mesa las grietas del sistema educativo y el papel de los medios de comunicación. «Esta obra plantea muchas preguntas sobre si estamos de acuerdo con el mundo en el que estamos viviendo», explica su director, Miguel Navarro.

También Personne, aunque con un esquema más cercano al thriller, llama al espectador a plantearse la idea de la justicia y la responsabilidad social ante ciertas circunstancias. Según Navarro, la actualidad escénica local «sigue siendo complicada», aunque reconoce que cada día se van abriendo «nuevos caminos» para que tanto él como sus compañeros puedan desarrollar «un futuro profesional». Sobre su trabajo en La charca inútil, un texto del joven autor David Desola, destaca la complejidad de «comunicar» a través de los personajes para que «el público entienda cada detalle» de esta historia sobre un profesor que ha sido agredido por un alumno y de una madre que ha perdido a un hijo en un accidente de tráfico. «En la obra se tratan la violencia en las aulas y el uso de las personas con fines políticos por parte de los medios». Dos asuntos de gran actualidad en los que quizás no solemos reparar hasta que se sube el telón.