Nos guste o no, Rick Astley y su Never gonna give you up pertenecen al olimpo disco de los años ochenta. Su canción -que le hizo popular y millonario con tan solo 21 años- ha sonado en todas las discotecas del planeta. Sin excepción. El cantante británico, que durante años ha estado alejado de los focos mediáticos, vive actualmente un auténtico revival gracias al fenómeno denominado rickrolling (una broma consistente en enviar un mail con apariencia de ser algo importante pero que, finalmente, contiene un enlace trampa que desemboca irremediablemente en el vídeo de Never gonna give you up). Así, a golpe de clic, Astley ha regresado a nuestras vidas. Y tanto. Su nueva gira hace parada en España y el próximo 18 de septiembre acudirá al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.

¿Qué es lo que más le gusta de España?

Posiblemente, la comida. Pero hay muchas otras cosas que me gustan. Obviamente, la meteorología, porque aquí en Inglaterra está siempre lloviendo, incluso en agosto. Hemos tenido un verano terrible este año. He estado en Málaga, pero eso fue hace muchos, muchos años. Creo que es un país increíble y un lugar muy cálido y acogedor.

¿Y qué opina de los toros?

Nunca he estado en una corrida de toros y no creo que vaya a hacerlo.

Con veinte años se convirtió en una estrella mundial. ¿Le afectó tanta popularidad siendo tan joven?

Creo que cuando eres joven lo tomas todo como una experiencia más. Un día eres un desconocido y al siguiente te conoce todo el mundo. Bueno, te conocen pero no saben realmente quién eres. Es extraño. Tengo que confesar que hoy no me siento totalmente cómodo con la popularidad. Claro que ser famoso te ofrece cosas fantásticas, pero también hay otras que no me gustan para nada. La gente cree que te conoce y no es así en absoluto.

Hay que reconocer que se ha tomado el fenómeno del rickrolling de muy buenas maneras...

Bueno, claro. De todas formas, no es algo que yo haya elegido o provocado. Y no puedo más que estar contento porque millones de personas que no conocían Never gonna give you up ahora la conocen. Es una locura y a la vez es algo maravilloso.

Internet ha transformado para siempre la industria de la música. ¿Cree que lo ha hecho para mejor o para peor?

Es una cuestión muy compleja. Probablemente, lo haya hecho al cincuenta por ciento. A mi entender, lo que ha pasado con internet y la música es que toda una generación de jóvenes nunca escucharán mis discos. Escuchan algo porque está ahí. Lo maravilloso de internet es que, siguiendo las bandas que les gustan, como One Direction, estos jóvenes se topan con los discos de Stevie Wonder o Marvin Gaye. En ese sentido, creo que internet lo ha cambiado todo de manera fantástica. Pero por otro lado, la música es gratis en la red. Y de esta forma los artistas no encontrarán el camino para labrarse una carrera. Algo tiene que cambiar.

Su primer álbum vendió nada menos que 15 millones de copias en 1988. Debe de ser millonario...

Pues sí [risas]. No, la verdad es que no he hecho estupideces con el dinero y vivo bastante bien. En Facebook he agradecido a todos y cada uno de los que han comprado algunos de mis discos. Y lo digo en serio. No es fácil vender discos. Y me siento afortunado.

¿Qué música actual escucha?

Escucho muchas cosas. Pero si tengo que destacar a un artista de ahora, Bruno Mars me gusta mucho, Tiene un gran talento. También escucho música country y soul norteamericano, como Marvin Gaye y Al Green. Mi espectro musical es bastante amplio. Toco la batería en una banda de rock con unos amigos y tocamos cosas desde AC/CD a Foo Fighters.

Hablando de los Foo Fighters. ¿Qué le pareció que Dave Grohl y los suyos saliesen hace unas semanas a protestar contra una manifestación de homófobos en Kansas poniendo a todo volumen su Never gonna give you up?

He permanecido callado al respecto. Es realmente maravilloso que la gente salga a protestar. Y en este caso, a protestar sobre otra protesta horrible.

¿Cree que su canción o que la música en general tiene el poder de cambiar a la gente?

No creo que un canción pueda hacerlo. Pero la cosa es que los Foo Fighters, que no son una banda de música suave o música disco, sino una banda de rock, se presentó allí para decir: «Sabéis qué, esto no está bien y estamos en contra». No importa que lo hicieran con Never gonna give you up, eso es lo de menos. Entiendo lo que hicieron y me parece bien.