¿Cuándo decide ser escritor?

No puedo recordar un momento exacto. Siempre me gustó contar historias y para ello probé a hacerlo a través de diversas formas. Tuve una época musical, una época de dibujante… nada importante. En realidad, tan solo he seguido cierta tradición familiar que mantuvo esta inquietud como algo necesario para sentirse bien.

¿Cuándo, cómo y por qué se le ocurre escribir El secreto de Vesalio?

Hace unos años tenía que viajar a Londres con cierta frecuencia. En las librerías de los aeropuertos, que siempre visitaba entre vuelo y vuelo, me di cuenta de la gran cantidad de novela gótica, victoriana o de época colonial que se producía en el Reino Unido. Entonces me pregunté por qué no teníamos nosotros una tradición similar. En nuestro país se han escrito algunas obras muy buenas, pero nada parecido a la cantidad de allí. Se trata de un tipo de novela que me gusta especialmente, por lo que decidí escribir una.

¿Por qué Vesalio?

Vesalio es uno de los grandes científicos de la historia, alguien cuya vida y hechos son fascinantes y, además, resulta muy curioso que sea tan desconocido para el público en general. Yo lo descubro mientras me documento para la parte médica de la novela. Los grabados que aparecen en su famoso tratado son impactantes y la leyenda sobre su muerte es tan potente que fue como encontrar la última pieza que me faltaba del puzle que estaba construyendo.

Es su primera novela y se publica en 18 países. ¿Cómo se consigue eso? ¿Cómo se siente?

Solo puedo estar muy feliz. Un escritor se siente mejor cuanto más lejos llega su obra, como es normal. A mí siempre me ha gustado viajar, me han interesado las culturas de otros países, por lo que pensar que un coreano, australiano o alemán lean El Secreto de Vesalio y me envíen algún comentario, me parece fascinante.

¿Por qué ha situado la novela en Barcelona, en un momento tan crucial de la ciudad como es el final del siglo XIX?

Pues justamente por eso mismo, porque se trata de una época única de la ciudad. Una de las cosas que más me atraen como narrador son los períodos históricos de transición. En este caso, se trata de un momento histórico impresionante: se están dando los primeros pasos hacia la modernización de la ciudad y al mismo tiempo, se conserva la superstición más arraigada. El enriquecimiento de la potente burguesía se produce a la vez que se agudizan las miserables condiciones de vida de miles de obreros que empiezan a rebelarse. A punto está de iniciarse la instalación de luz eléctrica en las calles, la aparición del automóvil… Ciencia, arte y vida se encuentran en un proceso de cambio jamás visto antes.

La medicina es una protagonista fundamental en la historia y además en un punto, diría, de inflexión de la misma ¿cómo se ha documentado?

Para documentarme he utilizado tratados y libros de consulta actuales y de la época, hemerotecas de periódicos, algún buen amigo médico… en general, he consultado todas las fuentes que tenía a mi disposición. Me sentía bastante responsable al tratar un ámbito del conocimiento científico tan importante y del que yo era ajeno.

¿Algún método favorito a la hora de matar en la literatura?

Me resulta especialmente atractivo que el asesino sea alguien normal e inesperado, lo que repercute en sus métodos para matar. Y también me gusta que, a su vez, el método caracterice al personaje.

¿Y a usted le gustaría matar a alguien?

Normalmente eso me ocurre cuando veo una fragante insolidaridad.

¿Qué no incluiría nunca en una novela suya?

Cualquier apología sectaria de forma expresa o violencia gratuita.

¿Con qué le gustaría que se quedase el lector al leer El secreto de Vesalio?

Me encantaría que lo disfrute mucho y que le provoque la curiosidad suficiente como para investigar más sobre Vesalio, sobre la época, o sobre cualquiera de los temas que se tratan también en la novela.