Si tus botas están llenas de sangre y las moscas revolotean por tus heridas ten por seguro que no andas metido en nada bueno. El título del nuevo trabajo, editado en vinilo, de Blackberry Clouds, Blood on her boots, Flies on his wounds (Clifford Records), deja de entrada bien clara la predilección de estos malagueños por el trágico destino de los perdedores, de esa gente que «intenta salir del boquete escarbando para abajo». Y, claro, no hay un género capaz de cavar más profundo que el country electrificado; esas canciones outlaw que hicieron de Hank Williams o Johnny Cash héroes de las causas perdidas.

El viraje de la banda hacia las raíces sonoras del sur de los Estados Unidos, iniciado con Dry Wind (2013), se completa con esta nueva entrega que, aunque nacida durante la gestación del anterior álbum, encuentra aquí un sentido más amplio y un desarrollo más elaborado. «Es como un hijo de Dry Wind», explica Paco Galacho, quien pone la voz a estos relatos de desgracias sin remedio: «Si en Dry Wind predominaban las historias de huida y de regreso, este disco, más pesimista, habla de gente metida en problemas y que, además, no sabe cómo salir de ellos o toma la peor de las soluciones».

Pero hay mucho más en Blood on her boots, Flies on his wounds, trabajo con el que la formación -que completan Francis Barba, Julio Leal, Frank Mora y Juan Lillo- ha puesto en marcha toda su maquinaria para firmar un álbum que crece con cada escucha y que, una vez digerido, te obliga a volver una y otra vez. La prensa especializada ya les ha felicitado. Kepa Arbizu, de la revista Ruta 66, les piropea por «hacerse a la perfección con el lenguaje del gótico sureño», y razón no le falta. Los elementos principales siguen siendo los mismos, deliciosos pasajes de guitarras apoyados por el pedal steel, el contrabajo y el piano, aunque también destacan nuevos instrumentos, como el banjo, el violín o la voz de Mayita Trinidad, que hace de la canción May the wind la más colorida del disco.

Los Blackberry Clouds, banda que lleva en esto desde 1996 (¡el año próximo cumplen dos décadas de vida!) se sienten libres -«no estamos apuntados a ninguna moda, hacemos lo que nos gusta», confiesan- y eso se nota en Blood on her boots, Flies on his wounds, un auténtico catálogo de inspiración, buenísimas influencias y saber hacer las cosas. Ahora toca defenderlo en directo, terreno en el que también son maestros estos malagueños. Y para ello ya tienen lugar, la sala Velvet Club, y fecha, el próximo 24 de octubre. Están avisados.