­El Instituto Municipal del Libro (IML) presentó ayer, junto a Alianza Editorial, la obra de Ignacio Gómez de Liaño (Madrid, 1946) El Reino de las Luces. Carlos III entre el viejo y el nuevo mundo, en el que se reivindica el papel del monarca como mecenas e impulsor de las excavaciones de Herculano y Pompeya, así como de numerosas empresas científicas, hasta el punto de situar a España en una posición privilegiada en el concierto mundial.

Carlos III (1716-1788) es el representante más destacado del Grand Tour, compendio de la alta cultura europea del Siglo de las Luces, según lo atestigua su viaje a Italia, en 1731, para hacerse cargo del ducado de Parma, ser proclamado en Florencia príncipe heredero de Toscana y hacer una entrada apoteósica en Roma después de fundar el reino de las Dos Sicilias, donde patrocinará las excavaciones de Herculano y Pompeya poniendo así las bases a la arqueología científica y al gusto neoclásico que imperará en la Europa de finales del siglo XVIII y buena parte del XIX.

Al dejar Italia en 1749 y pasar a reinar en España, El Reino de las Luces adquiere una dimensión planetaria gracias, entre otras cosas, a las expediciones de carácter científico que el rey promueve, dando así lugar al nacimiento de la etnología, la antropología cultural, la lingüística comparada y otras ciencias que protagonizan intelectuales españoles de ambos hemisferios.

Además de esos viajes, El Reino de las Luces relata las primeras excavaciones extraclásicas -las de las ruinas mayas de Palenque-, y el hallazgo de la Piedra del Sol (o Calendario Azteca) que se produce en la Plaza del Zócalo de México pocos meses después de la muerte de Carlos III.

Estos temas se complementan con otros relativos a la política interior de España, como la expulsión de los jesuitas y el motín de Esquilache, la política exterior -así la decisiva ayuda de España a la independencia de Estados Unidos- y la transformación de Madrid en la Ciudad de las Luces.

En la obra también se repasa el papel de la familia malagueña de los Gálvez de Macharaviaya, que en el siglo XVIII dio a la Corona española cinco hombres de estado de gran importancia: los hermanos de Gálvez y Gallardo y el hijo de uno de ellos, Bernardo de Gálvez, responsable de la derrota británica en el Golfo de México, fundador de la ciudad tejana de Galveston, y virrey de Nueva España.