El veterano actor se mete en la piel de un Julio César en la eternidad en César & Cleopatra, obra de Magüi Mira, que enfrenta a los César y Cleopatra (Lucía Jiménez y Marcial Álvarez) reales de su tiempo histórico con otros (Gutiérrez Caba y Ángela Molina) inmortales.

Se mete en la piel de un Julio César en plano eterno...

Es una pieza que ha hecho Emilio Hernández basándose en textos de Shakespeare y de Bernard Shaw. Me ha enamorado la ironía y la subjetividad con la que Bernard Shaw va contando una historia de amor a través de una pareja histórica. También relata cómo esta pareja va encontrándose con dificultades.

¿César y Cleopatra juntos suman o se enfrentan?

En este caso, suman juntos porque forman parte de la eternidad. En el montaje aparecen César y Cleopatra de jóvenes y los dos en una edad eterna. Viven su realidad aunque sea en la eternidad. Es un juego escénico muy bonito.

¿Cómo define el espectáculo?

Es un montaje en el que la imagen y el texto nos hace reflexionar sobre la condición humana. Está tratado en tono de comedia y tiene algunas frases muy graciosas. Además tiene música. Más que una pieza teatral en el sentido estricto, es un espectáculo.

¿Qué nuevos aspectos descubrirá el público?

Conocemos a Julio César como el gran conquistador, que ganaba siempre y a Cleopatra como la mujer seductora, un símbolo de sexualidad. En este montaje vamos a descubrir que ella era una magnífica política, una mujer que tuvo una gran visión política, que era muy lista y muy inteligente ya que hablaba siete lenguas. En realidad quiso crear un imperio mediterráneo y solo la muerte de César lo impidió. De Julio César vamos a ver la debilidad que tenía como hombre. Descubriremos otra figura completamente distinta.

La obra plantea para qué sirve el poder y en qué se traduce un proyecto de gobierno. A su juicio, ¿para qué sirve el poder?

El poder sirve para ejercerlo y, si puedes ejercerlo con una cierta justicia, mejor. Aunque generalmente el poder se acaba degenerando en un uso arbitrario. En la base del poder están muchos de los males de la humanidad.

El año pasado ya representó Poder absoluto. ¿El poder político es un género que le apasiona?

Sí, yo creo que la política, igual que la historia, son temas para subir a un escenario. En este caso concreto, además de ser una comedia, lo que se escucha es una riqueza literaria. El teatro tiene muchas posibilidades informativas. Si uno sale de la obra y se imbuye en una biografía de César o de Cleopatra va a descubrir aspectos insólitos que van a enriquecer su vida. La cultura sirve para enriquecerse a uno mismo y colectivamente.

Los casos de corrupción darían para muchas obras...

Yo creo que sí. Desgraciadamente en España nos afecta a todos porque nos mancha nuestra imagen y nos crea una desconfianza en una situación económica muy dramática. La corrupción dará para muchas obras de teatro, de cine y de televisión porque por desgracia la corrupción es algo vergonzoso porque quienes la ejercen a gran escala en nuestro país han servido de modelo para muchas cosas, un falso modelo.

Se presentan unas Navidades electorales. Tras cuatro años durísimos para el mundo de la cultura, ¿qué deseos tiene?

Para la cultura esta época nos recuerda a la época posterior al fin de la Guerra Civil cuando de pronto se atacó a la cultura desde el poder establecido en ese momento y se quiso borrar todo el tejido cultural anterior a la época del 18 de julio. Me parece que hoy en día no es de recibo que desde hace cuatro años este Gobierno haya atacado directamente a la cultura y a la educación. Lo han atacado con absoluta premeditación y, en algún caso, supongo que esta premeditación les pasará factura. Por ejemplo, el ministro económico que se ha dedicado a perseguir a escritores o actores debería haberse ido a su casa hace tiempo.

¿Confían más en las elecciones o en el Gordo para que el mundo de la cultura mejore?

Los ciudadanos deben concienciarse de que la cultura no es un bien de unos pocos, es de todos ellos. Tenemos que defender la cultura. A través del deporte se pueden conseguir muchas cosas pero a través de la cultura, también. Una cosa no destruye a la otra. No se puede usar una y dejar a la otra tirada. La cultura es lo que alimenta el recuerdo. El año que viene tenemos el centenario de Cervantes, una joya de las letras universales. Este personaje vivió atormentada su vida. No hagamos que la gente que está escribiendo, que está filmando o pintando recuerde estos años con amargura. Al contrario, la sociedad necesita a esta gente, como esta gente necesita a la sociedad. Lo que no necesitamos son malos gobernantes que rompan todo esto.

¿Su deseo (electoral) para estas Navidades es...?

Que este país, este Estado, esta nación que se llama España tenga un Gobierno como se merece tener y no la porquería que hemos tenido durante cuatro años.