Pieza inconclusa para sofá y dos cuerpos

Compañía: Doble Sentido Producciones.

Autor y dirección: Blanca Oteyza, Mariano Rochman.

Intervienen: Mariano Rochman.

Lugar y fecha: 23 de octubre, Teatro Echegaray

La obra nos hace un recorrido por una relación de pareja desde sus inicios hasta la ruptura. Lo cierto es que la sinopsis abarca lo que abarca y ejemplos en este sentido hay muchos. Para lograr cierto interés habría que ofrecer además algún punto de vista o algún alarde escenográfico o interpretativo. Pero nos encontramos con una propuesta se conforma con la austeridad imaginativa. La dirección, la autoría y la interpretación masculina corren a cargo de Mariano Rochman. Tal vez aquí se haga patente el refrán de que «El que mucho abarca poco aprieta». El señor Rochman como intérprete o estaba en su día bajo o no debió auto-dirigirse, a veces es mejor que alguien te vea desde fuera y así poder sacar partido a una interpretación que podría llegar a ser un poco menos monótona. Blanca Oteyza tampoco logra grandes momentos, -tal vez la obra no da para eso- salvo en el monólogo final donde se atisba el trabajo mejor y más sentido. El problema principal del espectáculo es un exceso de mecánica. Esta falta de frescura hace que el resultado sea monótono, lo que unido a un libreto poco sorprendente y bastante predecible, convierte la obra en un correcto trabajo sin más alma. Debería aprovecharse aquí algo que se atisba y que no es necesario llevar al extremo, el humor. Está presente pero no se ha utilizado convenientemente. De hecho el espectador va tomando confianza conforme el espectáculo evoluciona, y cuando cree que puede se ríe. Pero habría sido mucho más interesante para el ritmo y para la propia historia que esos momentos que todos ya reconocemos como propios, por aquellos que todos hemos pasado alguna vez, resultasen acentuados.