­El poeta asturiano y miembro de la Real Academia Española Carlos Bousoño falleció ayer en un centro hospitalario de Madrid a los 92 años.

En Málaga su nombre saltó a las portadas de los medios de comunicación en octubre de 2007, cuando se hizo pública la intención de la Junta de Andalucía y la Diputación de Málaga de comprar, por cinco millones de euros, la biblioteca de Vicente Aleixandre, en manos de Bousoño y su mujer.

Sin embargo, la operación fue paralizada en 2007, ya que los Bousoño fueron demandados en 2007 por Amaya Aleixandre -sobrina de Vicente Aleixandre-, que, como heredera del poeta, reclamaba el archivo y otros bienes del Premio Nobel de Literatura, que se encontraban en poder del matrimonio desde su muerte, en 1984.

Tras siete años de litigios, en enero de 2014 el Tribunal Supremo determinó que el matrimonio Bousoño era el legítimo dueño del archivo de Vicente Aleixandre y desestimó el recurso de su sobrina. Sin embargo, para entonces, en plena crisis económica, la ambiciosa operación de compra del legado de Aleixandre dormía el sueño de los justos en los cajones de las administraciones públicas.