Cantante y compositora. Tras un intenso año de gira, se siente pletórica. Acaba de publicar 'Directo', un concierto grabado en Sevilla ante 8.000 personas. Ahora, que tiene «mucho más claro como quiere sonar», ya está pensando en su quinto disco de estudio.

La cantautora es una de las grandes defensoras de su tierra: «Necesito bajar a Málaga porque es mi raíz, es donde conecto con mi esencia más pura», asegura Martín.

Le gusta sentir su música, transmitir con sus canciones... ¿Es 'Directo' la muestra más genuina de ello?

Muestra la fuerza que tiene el directo, donde no hay ni trampa ni cartón, transmites o no, emocionas o no... Y es esa noche de Sevilla, no hay más. Cada noche es única, digo al principio del concierto. Y en Directo el público va a encontrar una noche mágica, llena de emociones, de locura, de pasión, de silencio, de entrega, de frescura y de viajes alrededor de tu propia vida. También, un equipo de profesionales volcado ante 8.000 personas. Es brutal. El auditorio Rocío Jurado tiene una magia muy especial y Sevilla es una ciudad que me abrió desde el principio las puertas.

¿Echa de menos las pequeñas actuaciones en acústico?

Procuro incluirlas siempre, incluso dentro del mismo concierto grande en el que voy con toda la banda. En la actuación hay diferentes clímax, pasamos por momentos en los que me quedo sola con la guitarra o el piano, otros en los que sólo estoy con dos músicos más y otros en los que toda la banda está arriba a tope.

¿Qué hace Vanesa Martín antes y después de cada concierto?

No tengo manías. Antes, me gusta quedarme un rato sola, concentrada y estar un poco a lo mío. Y después, normalmente toca cenar, porque no suelo comer nada antes de cantar. Si al día siguiente no hay nada, me gusta tomarme algo con todo el equipo, pero si hay concierto, directa al hotel.

De Durmiendo sola a 9 días, ¿ha cambiado su forma de entender la música?

Ha evolucionado. Ahora tengo mucho más claro cómo quiero sonar y cómo quiero mostrarme. Y siento que tengo muchas más herramientas para hacerlo y para expresarme.

¿Se siente especialmente identificada con alguna de sus letras?

Me siento muy identificada con todas mis canciones. Independientemente de que no cuenten cosas mías, de mi vida personal, lo hago desde mi propia visión y me involucro igual. No todo habla de mí, no tengo ni tiempo físico ni ganas de contar toda mi vida en primera persona. Pero desde pequeña soy muy observadora y esponja, absorbo todo lo que ocurre a mi alrededor. Además, todas mis canciones han pasado un filtro y me emocionan del mismo modo. Soy muy exigente a la hora de elegir mi repertorio.

¿Algún lugar donde fluya la inspiración en particular?

No soy nada metódica. Cuando aparecen las musas me pongo a escribir hasta en sitios inverosímiles; donde menos te lo esperes, aunque esté rodeada de una multitud. Me ha pasado que me ha venido la inspiración viendo una obra de teatro y he tenido que sacar el móvil y, disimulando, escribir lo que me venía a la cabeza para después poder rescatarlo.

¿Para quién le gustaría componer una canción?

Me encantaría componer para Luz Casal. Ya lo he dicho en 3 ó 4 ocasiones, así que supongo que le llegará... Pero estas cosas me gusta que surjan de forma natural, porque apetezca realmente. No soy de forzar absolutamente nada en esta vida. Soy bastante impulsiva y me voy dejando llevar por todo lo que me va apeteciendo. Todo puede pasar.

Sus duetos son muy conocidos. ¿Qué canción le gustaría interpretar con ella? ¿Y con Joaquín Sabina?

Con Sabina cualquiera, pero me quedo con Donde habita el olvido, es una canción maravillosa. Y si con Sabina podría cantar cualquiera, con Luz Casal multiplicado por dos. La admiro muchísimo. Y cantaría cualquiera que me propusiese, sin ningún tipo de dudas. Es una de mis referentes, junto a Alejandro Sanz, Sabina, Serrat o Manuel Carrasco.

Con Manuel ha compartido recientemente concurso. ¿Qué opina de programas como La Voz?

Para los niños debería quedarse en un juego. Y para la profesión, creo que vengas de un concurso o no, se sostiene el que realmente tiene talento y algo que decir.

¿Necesita, a veces, un poco de sur para no perder el norte?

Necesito bajar a Málaga porque es mi raíz, donde conecto con mi esencia más pura. El mar es algo que a mí me hace mucho bien. Y estoy enamorada de mi ciudad, la llevo siempre en la boca como bonita, como calidad de vida y como un sitio que debe conocer el máximo número de personas.

El pasado sábado participó en el concierto en beneficio de la Asociación Contra el Cáncer, ¿siente que debe comprometerse con este tipo de causas?

He participado en las tres ediciones. De hecho, el sábado tenía concierto en Las Rosas y tuvimos que ir corriendo porque no llegábamos... No quería perdérmelo, primero porque como chica me comprometo bastante y me toca por casos que he vivido muy de cerca. Y después, a nivel humano, creo que todos los que tenemos cierta exposición pública, debemos aprovechar el micrófono para reivindicar. Yo, además de dar ánimo y fuerza, pedía más fondos para la investigación.

Volverá pronto a este escenario...

Sí. Va a ser un concierto muy cuidado y muy especial, porque despedimos Crónica de un baile, que ha sido un disco que nos ha dado la vuelta a todo el equipo. La despedida será en Madrid, el 31 de enero, y después en marzo, en Barcelona. Habrá muchas sorpresas en los dos. Y no digo nada más...

¿Metas a corto y largo plazo?

A corto, seguir disfrutando de los conciertos. Llevamos un año pletórico. Me quedo con la satisfacción que me produce leer los comentarios después de cada noche de concierto; son como una inyección de adrenalina. A largo plazo, poder dedicarme a la música toda la vida y seguir disfrutando como lo hago hoy. Así que ya estamos con el ojito puesto en el próximo disco y ya hay algunas canciones compuestas.