Sábado y 31 de octubre, una combinación cuanto menos terrorífica. De sobra sabemos que Halloween ya es una fiesta marcada en rojo en nuestro calendario, la importamos y la hemos hecho nuestra. Málaga salió anoche a la calle para disfrutar de todas las actividades que la ciudad ofrecía para pasar una velada de miedo. Nada más caía la tarde el mundo de las tinieblas y de los muertos vivientes se hacía con el centro de la capital. Una jornada que a primera hora vivían más los pequeños y a medida que entraba la madrugada el miedo se apoderaba del público adulto.

Los zombis, vampiros, brujas, hombres lobo y médicos asesinos fueron los disfraces más comunes de la noche, pero como siempre la originalidad y la invención dejaron ver auténticas caracterizaciones que causaban pánico a más de un viandante. Unos conseguidos Freddy Kruger, la niña de The Ring o los famosos viandantes de la popular serie The Walking Dead. «Nos encanta la serie, por eso teníamos muy claro que para este Halloween nos íbamos a disfrazar de los zombis asesinos protagonistas, la verdad es que hemos invertido dinero y mucho tiempo en los disfraces y maquillajes y estamos muy contentos con el resultado, ahora a pasarlo bien y a asustar a la gente», contaba Carolina Guzmán, que junto con diez amigos crearon un auténtico ejército de muertos vivientes.

La diversión estaba asegurada y los bares de copas, conscientes de esta nueva corriente y de la gran cantidad de público que mueve, se subieron al tren del terror y fueron muchas las fiestas que se organizaron en los locales del centro. Concursos y cócteles aterradores fueron los protagonistas de los carteles anunciadores. Así, acceder a cualquiera de los bares y discotecas del centro fue anoche, nunca mejor dicho, una auténtica pesadilla debido a las largas colas que se formaron. «Llevamos más de una hora en la cola pero bueno ya veníamos predispuestos a que esto iba a pasar, en Halloween siempre hay mucha gente y este año que es sábado pues aún peor, llevamos varias semanas organizando esta quedada y es a la fiesta de este bar a la que queríamos venir», dijo Raúl Vázquez, de 24 años y disfrazado de pirata resucitado.

Sangre, mucha sangre. Pero no hay que olvidar que otros de los grandes protagonistas de Halloween son los caramelos y las calabazas. El truco o trato también ha llegado a Málaga para quedarse. Una forma de vivir la fiesta fuera de discotecas y locales nocturnos. Los barrios de la capital se llenaron de gente hasta bien entrada la madrugada, familias completas con niños que recorrían sus barriadas en busca de los caramelos que sus vecinos ya les tenían preparados. Fiestas temáticas y pasajes de terror en las asociaciones de vecinos fueron algunas de las alternativas para pasar esta noche fuera de los bullicios del centro.

«Nos hemos organizado todas las madres de la clase de mi hija para salir a la calle y que ellos pidan caramelos, por supuesto que vamos todos disfrazados, padres y niños. Ellos han nacido ya con esta fiesta y aunque a nosotros nos llega un poco tarde, no nos ha quedado otra que adaptarnos, todo sea para que ellos se lo pasen bien», señaló Isabel García, una vecina del barrio de Teatinos.

Fueron muchas las propuestas tanto para pasar un sábado terrorífico con los amigos como para hacer planes con los más pequeños de la casa. Un año más la cita con las brujas, las carabelas y los espíritus llenó de diversión la capital malagueña.