­Hace ya más de 15 años de que sorprendieran con el descaro y la frescura de su primer disco, homónimo, y temas como La raja de tu falda. Hoy, Estopa son uno de los dúos más queridos de España. David y Jose Muñoz, hermanos nacidos en Cornellá de Llobregat, siempre han defendido un estilo personal, la rumba rockera o el rock rumbero. Su noveno trabajo, Rumba a lo desconocido, es un proyecto muy personal que ha sido producido por ellos mismos haciendo equipo con Rafa Sardina y grabado en supropio estudio discográfico.

¿Qué novedades trae este Rumba a lo desconocido?

Son 12 canciones confeccionadas durante cuatro años que han sido seleccionadas entre muchas más que hemos compuesto. En este tiempo nos ha dado tiempo a pensar un disco y a saber qué estilo queríamos hacer, así que hemos retomado un género en el que nos sentimos muy cómodos, que es la rumba con rock. Nos hemos dejado de experimentos y hemos ido al grano. La verdad es que nos movemos muy bien en estos terrenos pantanosos.

¿Por qué eligen Málaga para empezar la gira?

Te diría algo romántico, pero no lo hay... Es cosa del mánager. Pero sí es verdad que Málaga es especial porque nosotros empezamos a tocar allí. Las primeras veces que nos contrataban para conciertos siempre eran en Málaga. Yo recuerdo al principio del todo cuando íbamos con sólo dos guitarras, que íbamos de garito en garito por la ciudad y poco a poco fuimos creciendo, así que le debemos mucho a Málaga.

Dos hermanos juntos día tras día. ¿Es fácil ponerse de acuerdo?

Mi hermano y yo estamos perfectamente avenidos, nos ponemos de acuerdo en todo. A veces pensamos bastante distinto cuando estamos grabando el disco, y ahí hay auténticas peleas psicológicas, pero al final el que se pone más cabezón es el que se lleva el gato al agua. Son peleas creativas a las que nosotros llamamos tensión creativa por ponerle un nombre guay, pero eso nos obliga a exprimirnos. Somos dos productores y tenemos que quedar contentos los dos, y eso a veces no se da; hay veces en las que a uno le gusta algo y a otro le parece una mierda, pero todo se puede argumentar para llegar al acuerdo. Mi hermano es muy cabezón, yo soy más maleable.

Después de tantos discos y tantas canciones, ¿siguen quedando cosas que contar?

Todos los días tengo cosas que contar. Además, yo soy una persona que no para de hablar, aunque no sé si contaré siempre lo mismo. Para mí escribir canciones es como un método de terapia. Cuando escribo una letra me dejo ahí, me quedo a gusto.

¿Y va costando más?

Nunca me ha costado ni mucho ni poco. Siempre ha sido una parte de mí. Escribir canciones o poesía es una cosa que tengo yo, y de hecho no sé hacer nada más.

¿Cómo diría que ha sido la evolución de su estilo?

En este nuevo disco hemos recuperado el género con el que nos presentamos, que es una revisión de la rumba. Lo hicimos en 1999, y luego con todos los demás discos hemos continuado por ese camino, haciendo algún experimento, pero ahora hemos vuelto a revisar la rumba en profundidad y a descuartizarla y malearla.

¿Es lo que les ha pedido su público?

Nosotros le agradecemos mucho a la gente porque nos llega todo su cariño tanto en la calle como en las redes sociales, pero la verdad es que nosotros componemos canciones para nosotros mismos. Yo cuando hago una canción busco que se me ponga la carne de gallina.

Empiezan su gira un 20 de noviembre, justo un mes antes de unas Elecciones Generales que se prevén cruciales. ¿Debería cambiar el Gobierno actual?

Debería cambiar todo. Hay que hacer un reset sí o sí. Ahora han salido partidos nuevos, Podemos y Ciudadanos, y son los que tienen que liderar el cambio; y los otros, que se pongan las pilas. El cambio es necesario. Tendemos a conservar lo que tenemos y nos dan miedo los cambios, pero son necesarios, sobre todo cuando las cosas van mal como ahora, con el paro que sigue creciendo y los sueldos que siguen bajando. Creo que en una sociedad de consumo tener sueldos bajos es un error. Parece como si estuviéramos en el siglo XIX...