La que hay que ver: que Quentin Dupieux es uno de los cineastas más singulares y, a su manera, divertidos de los que operan en la actualidad lo puede decir cualquiera que haya visto "Rubber", "Wrong" -para mí, ésta, su gran pieza hasta el momento- o "Wrong cops", los tres filmes anteriores a "Reality" (Albéniz, Sala 3, 22.35). Aquí, Dupieux vuelve a rendir su particular tributo al cine B llevando sus constantes al paroxismo absurdista, sin olvidarse de que la imaginación es, ante todo, entretenerse. Ideal para quien gustan de rascarse la cabeza mientras sonríen.

La que puede sorprender: En realidad los más avezados le tienen echado el ojo a "Son of Saul" (Albéniz, Sala 1, 23.05) desde que se anunció la programación de Fancine. Y es que el debut como director del operador de cámara de algunos títulos del gigante Béla Tarr llamó la atención en el circuito de festivales prestigiosos con este retrato, dicen, intenso, oscuro y en primerísima persona del Holocausto. ¿Alcanzará las cotas de "Idí i Smotrí" o se quedará en el reverso malrollero de "La vida es bella", sólo para impresionables?

La apuesta suicida: A "Cooties" (Albéniz, Sala 1, 17.00) le dura la buena pinta lo que tarda uno en leer la sinopsis y empezar a mirar la pantalla. Sí, eso de que un puñado de profesores se hinchen a matar a alumnos prepúberes infectados podría molar, y mucho. Pero, vaya, la cosa es que los autores de la película no tienen ni un 5% de la gracia que ellos se arrogan, lo cual supone un grave problema cuando hablamos de una comedia de terror. Si quieren ver un título estupendo sobre un profesor matando a niños, recurran, a quién si no, a Takashi Miike y su "Lesson of the evil" (ésta no la proyectan en Fancine, eso sí; tendrán que perseguirla por sus propios medios).