Un matrimonio roto que trata arreglarse, un hotel cerrado en temporada baja en la Costa del Sol y el temor de vivir como un okupa en un edificio atestado de guardias forman un cóctel de suspense y acción aderezado con tintes de terror que dan sabor a la nueva película de Enrique García, "Resort Paraíso".

Al más puro estilo del cine clásico de los 80, García se ha sumergido en las entrañas de un complejo hotelero situado en Torremolinos (Málaga) para rodar su segundo largometraje, después de "321 días en Michigan".

El director malagueño, en una entrevista con Efe, explica que el título de la película es "totalmente irónico" y añade que "Resort Paraíso" tiene "la imagen de tranquilidad, pero lo que viven los personajes en el interior es un verdadero infierno".

Los actores Rafael Castillo y Virginia de Morata dan vida a una pareja con problemas que deciden irse a un hotel cerrado para superar sus problemas y en el que se encuentran con una nueva traba: evitar al guardia que les persigue, encarnado por Héctor Medina.

"No es un reparto muy extenso porque el 90 por ciento del peso lo llevan los tres protagonistas", puntualiza García, quien añade que ha buscado actores "de confianza" en los que "crees cuando hablan, porque hay un componente de drama muy potente".

El hotel Sol Timor es el elegido para dar vida al "Resort Paraíso", un edificio que, según cuenta García, "tiene una estructura por dentro muy atípica a los hoteles habituales", "cuenta con pasillos abiertos, muy americanos, con un gran patio y terrazas en cada planta".

Un hotel, una pareja con problemas y el toque de miedo hacen pensar que lo que García está creando es algo similar a "El resplandor", pero nada más lejos de la realidad.

El director asegura que "no es un hotel de fantasmas, aquí el miedo lo dan los vivos" e insiste en que hay más diferencias ya que en la película de Kubrick "los pasillos eran muy cerrados".

García y su equipo, compuesto por más de 50 personas, llevan desde el 16 de noviembre rodando "Resort Paraíso" y todavía tienen por delante un par de semanas de grabación, en las que se incluyen exteriores.

El responsable del filme asegura que este largometraje "no se parece en nada" a su primera película y precisa: "todo lo que sea repetirse, me aburre".

En tono divertido, García asegura que lo próximo que le toca será "una comedia romántica", pero recuerda que todavía está pendiente un proyecto con José Coronado y Juanma Lara llamado "Noche de Brujas".

"Se trata de otro estilo, un 'thriller' más urbano ya que no es en un edificio, sino que es en toda Málaga por la noche".

El cineasta también se refiere a la financiación del cine español y afirma que con su película intenta "activar el tejido audiovisual", pero critica la falta de subvenciones por parte del Estado a una película de acción.

"Es muy difícil valorar un cine de acción para darle alguna subvención porque siempre es más bonito dárselo a temas sociales", explica.

García espera tener un primer montaje de la película para marzo o abril, lo que le hace casi imposible estar presente en el Festival de Cine de Málaga, pero apunta que el filme estará listo "para finales de verano" y ahí "hay otro mercado como el Festival de Sitges".